- 911 ¿Cuál es su emergencia?
- Soy Amelia Roberts, necesito bomberos, mi auto se quema...
Las llamas se llevan lo que ahora es mi pasado, pero en algún momento fue mi doloroso presente el cuál quiero quemar y empezar de cero. Los Angeles es mi nuev...
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Hoy era un bonito día, hoy sería un bonito día. Hoy debía ser un bonito día, pero no, hoy no sería un bonito día porque no había comenzado como un bonito día.
Un mensaje de Eddie por la madrugada me había sorprendido.
Eddie. Debemos hablar. Las peleas se están saliendo de control.
Ademas del cariño hacia Christopher, parece que eso era otra cosa que teníamos en común.
Me había enterado sobre el problema que tuvo ayer por la noche, pero decidí no meterme porque eso me llevaría a darle consejos que no puedo dar, porque lastimosamente hago lo mismo que el. Ahora solo me aterraba llegar a la estación y ver a Buck demasiado enojado, pero según otro mensaje de Eddie, sería el capitan Nash quien hablaría conmigo, pero la verdad es que no quería palabras de nadie. De absolutamente nadie.
Con valor bajo del taxi y entro a la estación, dónde por suerte no ví a Buck de inmediato, así que subí y me encontré con Eddie sentado junto a Bobby con una expresión que me temía ver.
- Oigan. Antes que digan algo. Yo no soy Eddie así que no golpeó tan fuerte. - traté de bromear, pero ambos me veían con sus labios formando una línea. Bobby desliza un sobre por la mesa. - ¿Que es esto?
- Tu expediente universitario - Fruncí el ceño - De hecho, es la carta de tu compañera de dormitorio.
- ¿Por qué tienen esto?
- Lee lo que dice - Dice Eddie.
No quería, no quería leer lo que decía porque ya yo lo sabía, pero me encargué tantas veces de que nadie leyera eso además de mi y aquella chica que lo escribió. Lastimosamente no me esforcé lo suficiente.
- No lo haré - Dije demasiado enojada. Iba a darme la vuelta, pero alguien me impidió el paso.
- Léelo, Amelia - Cada que decía mi nombre completa era una jodida mierda.
- Amelia, se que estás leyendo esto - empiezo a decir sin siquiera ver el sobre - Se que la Amelia de aquella noche borracha y llena de drogas que me golpeó, no es la misma Amelia que está leyendo esto. Por eso quiero decirte que te perdono, no has venido a visitarme, pero te perdono por cada golpe que me diste, sobre todo porque fuiste tú misma la persona que me curó y llamó al 911.
