Capitulo 29: Quiero correr.

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Miraba a lo lejos

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Miraba a lo lejos. Miraba mi pared fijamente, detalladamente mientras mi bebé lloraba de fondo.

Ojalá esto fuera depresión posparto, ojalá este dolor fuera algo que se pudiera solucionar, pero no.

El estaba de vuelta y mi vida iba a terminar en cualquier momento.

— Cariño, Red llora — Dice Buck mientras viene directo a mi con mi bebé — Creo que tiene hambre.

Buck detalla mi mirada y ve las lágrimas que caen

— Lya...

— Debo hacer algo Buck — Dije colocándome de pie mientras guardaba ropa en mi maleta

—¿Que? Aguarda Lya ¿Dónde vas? — Buck me sigue cuando cargo la maleta en dirección al salón

— Necesito respirar.

— Necesito que me expliques.

— No puedo hacerlo Buck. Estaré bien, solo debo arreglar algo, volveré está noche, pero debo hacer algo. Dile a Chim que cuide a Red por mi— Dije y salí del lugar.

Necesitaba ponerlos seguros, necesitaba estar segura. Necesitaba sacrificarme para que ellos estuvieran bien.

Yo debía solucionar todo esto.

Mi primer instinto era ir dónde mi padre, pero yo no quería mi protección, quería la de ellos, así que debía enfrentar a la persona indicada.

...

Llegué a un lugar que solía llamar hogar. Vaya que ha cambiado, parece que quitó las cortinas que le regalé y puso unas que probablemente el le dió. Parece que ell sigue sin extrañarme...

Di unos pasos lentos, pero seguros, muy seguros.

Cuando toqué el timbre toda valentía desaparece. Ahora sería correr.

— Amelia — Ella abrió y eso fue lo primero que dijo.

— Madre — Escupí con rabia

— veo que estás devuelta...

— Ahorratelo, sabes que hago aquí — Si su permiso pasé.

— No trajiste a tu criatura por lo que veo — Cierra la puerta detrás de mi.

Algo dentro de mi pecho se mueve

— No mereces conocerlo. Es demasiado para ti.

— Tienes razón. No quiero conocerlo — Sirvió un poco de café en una taza— Me odias, pero se decente y toma una taza con tu madre.

— No me apetece caer dormida y ser secuestrada por la mujer que me dió la vida. Fue lo que hiciste la última vez madre. Podrías cambiar de técnica y si al menos tienes una pizca de cariño hacia mi no lo llames, no hasta que me vaya al menos.

Sálvame | 911 Los Angeles Donde viven las historias. Descúbrelo ahora