Capitulo 20: Dolor

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Mi último recuerdo era aquel grito, mi último recuerdo era mi mano en mi vientre tratando de proteger mi única parte importante

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Mi último recuerdo era aquel grito, mi último recuerdo era mi mano en mi vientre tratando de proteger mi única parte importante.

Mi último recuerdo era la mano de Albert sobre mi, tratando de protegernos.

Mi último recuerdo sería que no lo logré. Mi bebé no lo logró. No lo logré y no salvé a mi bebé.

El sonido de un teléfono viene a mi. La voz de Albert está junto a mi

— No veo a nadie.

— ¿Está herido?

— Albert... Mi... Mi bebé — Dije con la voz igual de débil que la de el.

— ¿Señor está con alguien? — Preguntó la operadora

— Si. Veo sangre... Mucha.

Mis ojos se volvieron a cerrar.

Del lado de Buck.
Buck

— Capitan, algo importante. Creo que no estaba solo.

— ¿Iba con alguien más?

— En la llamada escuché una voz de una chica, pero se cortó antes de que dijera algo más.

Miro a Bobby.

— ¿Puedes llamarla? — Me pregunta y como pude asentí.

La sangre se me congelaba cada que el teléfono timbraba.

— ¿Hola? — Escuché del otro lado.

—¿ Lya? — Algo de aire iba entrando en mi.

— Oh no, no soy Lya, soy Miranda. Su secretaria. Ella salió hace un rato, pasó por aquí a dejar unos papeles y se fue con un amigo suyo.

Entonces volví a sentir como el aire me faltaba

— Muy guapo por cierto, el intentó coquetear conmigo, pero ella lo regañó.

— ¿Sabe cómo se llama el chico? — Yo tenía que escucharlo, tenía que confirmarlo

— Creo que escuché algo como... Alberto... Albert. Si eso, Albert

Dejé que el teléfono callera de mis manos y sin escuchar lo que me decían, caminé muy rápido por todos los autos.

—¡Lya! — Grité, grité muy fuerte.

Lya

Escuchaba ruido, escuchaba mi nombre.

Reaccioné, pero no podía moverme, sentí una luz en mi rostro y gire hacia Albert.

Estaba sangrando mucho.

— ¡Aquí están! — Escuché. — Han perdido mucha sangre.

Sentí una mano en mi cabeza.

— Lya — Esa era la única voz que quería escuchar, así fuera por última vez.

— Buck, apartate — Escuché a Eddie. Su mano tocó mi vientre— Estarán bien, Lya, ambos — en definitiva era Eddie.

Sálvame | 911 Los Angeles Donde viven las historias. Descúbrelo ahora