Capítulo 15: La isla.

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Ada Wong.

Una mujer de figura antiheroína, misteriosa y ambigua.

Poco confiable diría yo.

De vestimenta, camisa roja con cuello levantado, pantalones de cuero negro y pantalones altos. Botas de tacón, bastante coquetos.

Por último una mujer que consigue lo que quiere.

Pensé, mientras que la veía de reojo. Claramente ella no me presto atención. Ya que ella iba al volante, mientras que Leon iba de acompañante.


─Parece que quieres decirme algo. -Dijo Ada.

─Tengo una pregunta... -Dijo Leon para después ver a Ada.- Pero no creo que recibiré una respuesta sincera.

Comentó para que después hubiera un momento de silencio.


─Raccoon City. Tras el incidente. El mundo cambió. Intentas salvar a uno y mueren cientos... Yo también cambié. -Dijo Leon.

─¿Tú? ¿Leon S. Kennedy? -Dijo haciado un tono de sorpresa para luego hablar de forma fría.- No has cambiado. Solo crees que lo hiciste.

─Mi pregunta es... ¿Cambiaste, Ada? ¿O Tratas de utilizarme otra vez? -Preguntó Leon.

─¿Tú que crees? -Contestó tras otra pregunga viendo a Leon.

Fue lo último que hablaron entre ellos dos. Antes de llegar a la Isla, Ada me vio de reojo para luego hablarme.

─No me he presentado adecuadamente. Soy Ada Wong. -Dijo viéndome de pies a cabeza.- ¿Tú eres? -Preguntó.

─"___" -Conteste de forma seria.

─Un gusto "___". -Dijo mientras veía al frente.- ¿Qué te trae por aquí? -Preguntó viendome de reojo.

─Es largo y confuso de contar. Sólo busco salir de este lugar. -Contesté para luego comentar nuevamente.- Y alejarme de cualquier amenaza que se presente en este lugar.

─Interesante. -Dijo por último sin antes verme nuevamente y mirar al frente.

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─Ya estamos. -Dijo Ada dejando estacionado el bote y luego pararse y lanzar un gancho desde su pistola.- No pienses tanto, guapetón. -Dijo en un tono coqueto.- Nos vemos. -Dijo por último e irse y sentir de golpe como el bote perdía el control hasta que lo sostuvo Leon obteniendo nuevamente el control.

─¿Estás bien? -Preguntó Leon viéndome desde el asiento.

─S-si.. No te preocupes, hay que seguir. -Conteste.

Luego de ese encuentro incómodo. Leon dejó aparcado el bote al la orilla de la arena para luego salir y comenzar a avanzar.

El aire de este lugar era tan fría como la nieve. Sentía como la oscuridad nos podría cubrir fácilmente de cualquier amenaza.

Al avanzar, nos acercamos a unas rocas amontonadas y con los Binoculares observamos las dificultades que se nos presentarían al rescatar a Ashley. También vimos como se la llevaban, al parecer continuaba inconsciente.
Nos adentramos a una cueva bastante húmeda, el silecio que había era impresionante.. Al caminar un poco, nuestro pasos se escuchaban fácilmente, además de los charcos de agua que nos acompañaban constantemente.

Enlace | Leon S. Kennedy Y Tú.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora