// E L E M E N T W A R //

011: El pez

—Y recuerden, somos un equipo que debe apoyarse en las buenas y malas, ¿sí? Tienen que ayudarse mutuamente y no solo en la arena, quiero que durante estas semanas así como estuvieron en el entrenamiento se motiven a continuar y si alguno lo necesita que todos estén ahí—dijo un hombre mayor—¿Está claro?

Todos asintieron al unísono y se prepararon para subirse en los carruajes. A petición de un príncipe muy terco consiguieron un carruaje solo para él y sus dos amigos, quienes no estaban inconformes yendo solo con su migo pero tampoco se les hacía mala idea el ir con sus demás compañeros. 

—¿No vendrá tu amigo?—preguntó la chica. 

—Acordamos que lo mejor sería que el estuviera con los suyos, no quiero causar problemas o causarle problemas a él también. 

—Tienes un punto. ¿No se sienten increíbles con estos trajes?—dijo con emoción el piscis—remarca mis músculos. 

—Como digas, Pascal. Sinceramente a mi me irrita un poco. 

—Eres el príncipe, tienes que ir con algo diferente a nosotros. 

—Sí, pero odio usar capas. Aunque para ser honesto el color me gusta. 

—Te pareces a tu papá—le dijo su amigo. 

—¿Verdad? Fue lo que dijo mamá antes de irnos. 

—¿Y ese kabuto para qué es, Charis?—preguntó la azabache. 

—Ah, es de Haneul.

—¿Debes extrañarlo mucho, no?

—Pascal, ¿qué clase de pregunta es esa?—le regañó la chica—no le hagas caso, Charis. 

—No pasa nada chicos, recuerden que él ya murió hace dos años—explicó—no es para tanto. 

—Ya sabemos, pero no queremos incomodarte con preguntas tontas, ¿verdad que sí, Pascal?

El chico solo pudo soltar una risa ante las acciones de sus amigos, eran como una pareja hasta con anillos y todo, pero dicho por ellos mismos solo era símbolo de amistad. 

Momentos antes..

—¿Sabes a quiénes me recuerdan Pascal y Persephone, Han? a ti y Layna— dijo tocando la tumba de su hermano. 

—Me hubiese gustado que ustedes siguieran juntos. No he hablado con ella desde tu partida, pero sé que debe de extrañarte, pero no más que yo. 

—Aunque para ser honesto, fuiste muy suertudo. Layna es muy bonita—dijo— no debió ser fácil ser cuñado de Lander, otra cosa más para admirarte hermano.

Miró por unos momentos el pequeño templo que se había construido en conmemoración de su hermano, se veía limpia a pesar de que él no había venido hace una semana. 

—Ahora me siento muy fuerte, el sensei me dijo que mis músculos mejoraron—presumió— Ah! había olvidado decirte algo. ¿Crees qué pueda usar tu kabuto para la ceremonia de apertura? Te prometo que cuando vuelva lo limpiaré y te lo dejaré aquí. 

—claro que puedes usarlo hermano—imitió la voz de su hermano.

—Te lo agradezco Han, juro que cuidaré muy bien de él!

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El carruaje estaba en silencio, el príncipe se encontraba completamente dormido, el azabache miraba por la ventana y la chica dibujaba un poco. Cosa que captó la atención del pez quien la miró de reojo y dijo: