━━ 𝟎𝟔: sacrificios

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𝐂𝐀𝐏𝐈𝐓𝐔𝐋𝐎 𝐒𝐄𝐈𝐒━━━🐦‍⬛━━━

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𝐂𝐀𝐏𝐈𝐓𝐔𝐋𝐎 𝐒𝐄𝐈𝐒
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𝓡andvi

𝐊𝐀𝐙 𝐘 𝐑𝐀𝐍𝐃𝐕𝐈 𝐏𝐀𝐒𝐀𝐑𝐎𝐍 𝐋𝐀 𝐌𝐀𝐘𝐎𝐑 𝐏𝐀𝐑𝐓𝐄 𝐃𝐄 𝐒𝐔 𝐂𝐀𝐌𝐈𝐍𝐀𝐓𝐀 𝐇𝐀𝐂𝐈𝐀 𝐄𝐋 𝐌𝐄𝐑𝐂𝐀𝐃𝐎 𝐄𝐍 𝐒𝐈𝐋𝐄𝐍𝐂𝐈𝐎.

Randvi solía temer el silencio, ya que eso la dejaba sola con sus pensamientos errantes como única compañía, pero en el fondo estaba agradecida por la falta de conversación ese día. Kaz no le había preguntado ni una sola vez sobre su reacción ante los Drüskelle, y cuánto más pudiera evitar que lo hiciera, mejor. 

Cuando finalmente llegaron a Novokribirsk se encontraron con una vista maravillosa. El mercado estaba lleno de vida. Los Ravkanos pasaban cargando cestas de granos, deteniéndose a la mitad del camino para hablar con amigos y vendedores. Pasaron por filas de especias, cortinas de seda y montones de verduras frescas. Desafortunadamente, como suele ocurrir en tiempos de guerra, nadie parecía interesado en gastar su poco dinero en sedas y especias exóticas. 

No era la Ravka que recordaba de niña. El lugar había evolucionado y bullía de emoción y esperanza. El oeste había prosperado en los últimos años, pero Randvi dudaba de que el este compartiera esa riqueza. Tal vez si Randvi se hubiera establecido en el oeste de Ravka, su vida habría sido mejor, pero solo los dioses sabían la respuesta a eso. 

Mientras se abrían camino entre la multitud de Ravkanos, el dulce aroma del caramelo y el azúcar flotaba en el aire, haciendo que el estómago de Randvi gruñera. No se había dado cuenta de cuánta hambre tenía hasta que sus ojos se posaron en un puesto lleno de golosinas. Le ofreció una sonrisa a la vendedora, una mujer mayor con el cabello encanecido, y tomó un puñado de higos cubiertos de azúcar, arrojando algunas monedas a la señora. No perdió otro segundo admirando las golosinas y comenzó a comérselas de dos en dos, terminando con los dedos pegajosos. 

Junto al puesto de dulces había una alfombra antigua y cubierta de polvo que albergaba pequeños recuerdos a los turistas. Había mapas, pequeñas estatuas de madera y montones de huesos que supuestamente pertenecían a algunos de los Santos de Ravka. Más adoración de ídolos falsos, de impostores. 

─ Sabes... ─comenzó Randvi, limpiando sus manos pegajosas en su ropa─, deberíamos hacer una ofrenda a los dioses antes de atravesar la Sombra para pedir su protección. 

─ Gran idea ─respondió Kaz sarcásticamente─. ¿Por qué no sacrificas a la cabra?

─ ¿Qué tal si te sacrifico a ti? ─bufó Randvi, acelerando el paso para caminar delante de Kaz. 

𝐀 𝐒𝐄𝐄𝐑'𝐒 𝐒𝐎𝐋𝐀𝐂𝐄 | Kaz BrekkerDonde viven las historias. Descúbrelo ahora