🐦⬛﹒﹒﹒𝐀 𝐒𝐄𝐄𝐑'𝐒 𝐒𝐎𝐋𝐀𝐂𝐄
━━━━ 𝒂 𝒌𝒂𝒛 𝒃𝒓𝒆𝒌𝒌𝒆𝒓 𝒇𝒂𝒏𝒇𝒊𝒄𝒕𝒊𝒐𝒏
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❝ Es extraño cómo el destino sigue reuniéndonos. ❞
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𝐃𝐎𝐍𝐃𝐄 una chica que puede ver el destino de una persona al tocar...
La muerte no era una extraña para Randvi, parecía seguirla a todas partes. Pasó años tratando de olvidar la muerte de su madre, y hasta hace poco, había difuminado el recuerdo. Intentó hacer de todo para olvidar y acallar los llantos. Rúna, su madre había llorado, por favor, no me la quites. Eso la había marcado tanto que ya no podía escuchar su propio nombre cuando la llamaban, en su lugar, respondía por Randvi.
Pero eso solo había mitigado el dolor por un breve tiempo.
El opio ayudaba. Los años de ser atormentada por sus gritos, los llantos y la nieve manchada de sangre habían cobrado su precio, pero el opio aliviaba eso. Silenciaba los gritos de pánico que resonaban en su mente y, solo por un momento, le permitía olvidar.
El problema era que Randvi vivía en algún lugar entre la vida y la muerte, atrapada en un estado de limbo. Era lo que los unía a ella y a Kaz, ninguno dispuesto a estrechar la mano de la muerte y regresar al mundo de los vivos. Era mucho más fácil ignorar y amortiguar el dolor que enfrentarlo.
Pasando un dedo alrededor del borde de un vaso, Randvi miraba fijamente y sin expresión hacia la parte trasera del bar, con su mente acelerada. El bullicio en el Club Cuervo la rodeaba, con las risas de los jugadores y el tintineo de las monedas. A pesar de que estaba rodeada de otras personas, Randvi nunca se había sentido tan sola. Inej había sido llamada a la Menagerie y Jesper estaba vigilando en la puerta. Ella estaba sola con sus pensamientos, y eso era más peligroso que cualquier banda.
Sin embargo, fue arrastrada de vuelta al mundo cuando Kaz apareció a su lado. Parecía ser un hombre en una misión. A veces era mejor no conocer los detalles de lo que Kaz estaba tramando.
─ ¿Saldrás a dar un paseo nocturno? ─preguntó Randvi sarcásticamente, levantando su vaso, pero suspirando al darse cuenta de que estaba vacío.
─ ¿Qué sabes sobre El Conductor? ─preguntó él.
Siempre directo al grano.
Randvi hizo todo lo posible por mantener la compostura al escuchar el nombre, encogiéndose de hombros. El Conductor. Había escuchado su nombre una y otra vez mientras planeaba cruzar la Sombra años atrás. Había oído hablar de él, rumores de que ayudaba a los refugiados de Ravka a huir hacia el oeste y que sabía cómo cruzar la Sombra de manera segura. Pero incluso cuando era una niña, Randvi no se dejó engañar. No había una forma segura de cruzar la Sombra.
