Mateo observaba cada movimiento del gato que tenía delante, que jugaba con un escarabajo que caminaba tranquilamente por el suelo.
Que estúpido gato.
Los ojos de Palacios se movieron rápidamente, sin perder de vista al gato, tal vez eso fuera un don, nada podía pasar desapercibido ante sus ojos curiosos y ágiles.
━━━ Hola bebé. ━━━ Selene llegó sonriendo, acariciando la cabeza del gatito naranja.
Pero esa mirada amorosa se esfumó en cuanto vio a su hermano sentado en la entrada de la casa.
━━━ ¿Por qué lo miras tanto? ¿Es eso envidia por qué querrías uno también?
━━━ ¡No, odio a los gatos!
━━━ Si le haces algún daño, te juro que te mato!. ━━━ Selene lo amenazó, haciendo que Mateo pusiera los ojos en blanco.
No le tenía miedo, en absoluto. La mayor pasó por la entrada, asegurándose de darle un empujón con su hombro a su hermano antes de entrar.
Mateo sintió esa ira dentro de él, la que no sabía cómo controlar.
Cuando no estaba con Zod, todos sus problemas se le venían encima y se sentía absurdamente enojado, sin saber si eso era normal.
Se desquitó todo ese enojo, dejándose más moretones por todo el cuerpo, incluso más de los que ya le había dejado su madre.
Hubo momentos en los que solo quería explotar, pero prefería guardárselo todo para sí mismo.
El gato con el pelo naranja brillante siguió corriendo tras el escarabajo, haciendo que Mateo incluso resoplara de rabia.
¿Cómo es posible que a Selene le guste más esta patética criatura que su propio hermano? No era justo y odiaba la situación.
Un poco más adelante, había una roca enorme, incluso más grande que la propia mano de Mateo.
Poco a poco, un pensamiento macabro y perverso invadió su mente y por primera vez, Mateo no estaba dispuesto a controlar su voluntad.Quería a ese gato muerto y quería matarlo con sus propias manos, por inquietante que pudiera parecer.
Sostuvo la piedra pesada en sus manos y luego se enfrentó al gatito, quien se sobresaltó por una presencia y luego salió corriendo, devolviendo a Mateo a la realidad.
Zoe estaba ahí, usando un patético vestido amarillo mientras sonreía lindamente.
Mateo la odiaba, ¿por qué había perturbado su único momento de diversión? Zoe también era patética.
━━━ Hola!.
━━━ No tengo ganas de verte, andate. ━━━ Mateo levantó la voz, haciendo visible toda su irritación.
Esa fue la primera vez que actuó tan enojado con ella y esa actitud asustó a Zoe. Pero ella no se iría, después de todo seguía siendo el chico dulce y amable que ella conocía.
La rubia subió rápidamente los escalones de la entrada y luego se sentó junto a su amigo, envolviendo sus brazos amorosos alrededor de él.
Mateo se sorprendió por la repentina muestra de afecto, pero finalmente respiró hondo, sintiendo todo el afecto que Zoe podía brindarle.
━━━ Nunca te vas, ¿verdad?
━━━ Nunca, somos almas gemelas. ━━━ Zoe le sonrió a su amigo, sintiendo un extraño deseo de demostrarle todo el cariño que sentía. ━━━ Tal vez nos llevamos tan bien porque somos dos perdedores en un mundo donde todos logran cosas.
Zoe sonrió una vez más, mientras Mateo miraba fijamente los labios de la niña.
Nunca había besado a nadie, pero no podía controlar ese impulso, le gustaba tanto.
La rubia también se dejó llevar por la emoción, acercándose a su amigo para pegar sus labios con los de él.
Y fue allí, en la entrada de esa casa y en un beso torpe por su falta de experiencia, que Mateo sintió amor por primera y última vez.