Mateo guardó silencio y Zoe se dio cuenta. Estaba todo herido, pero no quería hablar de eso, la rubia creía que había estado involucrado en una pelea o tal vez había sido un acto de su propia madre.
Sentía que Mateo estaba un poco distante y eso la entristecía.
Después de todo, era complicado tratar con él, se encerraba de una hora a otra y luego fingía que ella no existía.
Zoe solo quería saber qué tenía en mente.Mientras Mateo pensaba en mil maneras de vengarse de su hermana mayor. Las voces en su mente insistían en que debía hacer lo mismo que había hecho con el gato, pero él mismo sabía que eso era una locura, por mucho que muriera por hacer ese deseo realidad.
Pasaron unas semanas, cada vez más alejado de Zoe, Mateo sólo pensaba en venganza, como si su vida dependiera de ello.
Odiaba caminar por los pasillos y encontrar a Selene, sentía que no podría estar cerca de ella por mucho tiempo.
Ya no podía controlarlo, quería a Selene muerta. Mateo no sabía si eso era normal o estaba loco, pero tampoco pensaría en eso, no quería pensar en nada más que su hermana en un ataú.
Le tomó algo de tiempo planear todo; después de todo, necesitaría seguir un plan si quería manejar toda la situación.
Mataría a Selene y luego haría que pareciera un suicidio, eso sería placentero y divertido.
Al cabo de unos días, pensó en ponerse guantes para evitar cualquier rastro de sí mismo.
Unos días más y decidió colgar a su hermana con una cuerda, le encantaría usar sus propias manos, pero sería demasiado arriesgado. No quería ir a la cárcel, necesitaba calcular cada pequeño paso que daba.
Pasaron unos días más y llegó la oportunidad perfecta.
Regina y Sofía habían decidido ir de compras juntas, Selene había decidido quedarse en casa para ponerse al día con tareas del colegio y Mateo sonrió emocionado ante esas simples palabras. "Me voy a quedaren casa", eso le había alegrado el día.
━━━ ¿Queres que te traiga algo? ━━━ preguntó Sofía.
Mateo se limitó a sonreír y luego envolvió a su hermana en sus brazos.
Sofía se sorprendió, pero sonrió y abrazó a su hermano, quien ya era mucho más grande que ella y parecía crecer cada día.
━━━ Ey, ¿qué te pasa?
━━━ Te amo, Sofi. ━━━ Mateo siguió sonriendo, dejando un beso en la mejilla de su hermana. ━━━ Vos y Zoe son lo único que me importa.
━━━ Yo también te amo. Por favor cuídense, trata de no meterte en problemas con Selene, vuelvo en unas horas.
Mateo solo asintió, saludando a su hermana mientras caminaba hacia el auto de su mamá.
Mateo entró a la casa y luego cerró la puerta. La mirada de asustado, poco a poco fue dando paso a una mirada vacía y sombría, era como si estuviera mostrando toda la oscuridad que había en su interior.
Se puso los guantes en las manos y subió las escaleras lentamente, mientras arrastraba la cuerda por el suelo. Había esperado mucho tiempo por ese momento y no tenía miedo, estaba seguro de la actitud que estaba a punto de tomar.
Abrió la puerta de la habitación de su hermana, quien inmediatamente lo miró, con la misma expresión enojada de siempre.━━━ ¿Qué queres?
━━━ Sos la primera Selene, pero no serás la última. Te odio tanto.
━━━ Sali de mi habitación ahora.
Mateo ignoró las órdenes, simplemente se acercó y luego agarró a su hermana del brazo.
Selene incluso intentó gritar, pero fue como si no escuchara nada y también le había tapado la boca a su hermana, para amortiguar sus gritos.
Trató de ser rápido, atando la cuerda alrededor del cuello de su hermana y jalandola como si fuera una mascota con una correa.
Arrastró a Selene por unos segundos más mientras ella intentaba desesperadamente sacar la cuerda, obviamente en vano.
Ver a Selene ponerse roja, luego morada y perder lentamente el aliento había sido la sensación más placentera de toda su vida.
Pronto dejó de luchar y luego su cuerpo colapsó sin vida, Mateo la dejó en el suelo y luego sonrió victoriosa.
A partir de ese día, nadie más podría hacerle daño. Porque a partir de ese momento sería más fuerte.