Caso 3: Sin salida (Pasado)

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Poca gente creyó a Ailén cuando dijo que estábamos ante un asesino en serie, a pesar de que solucionara el 'cómo' del segundo asesinato y parte del primero.

Sin embargo, yo me mantuve alerta. Sabía que, si Ailén lo decía, estaba en lo correcto. Esa pequeñaja siempre acertaba, es algo que ya me había dado cuenta.

Así que no me sorprendí cuando me llamaron a la agencia exactamente 12 días después para decirme que había ocurrido otro asesinato. Esta vez, fue en una mansión.

Es cierto que eso nos ponía las cosas mucho más fáciles, dado que la seguridad allí era muy alta y solo pudieron haberla asesinado un número mínimo de personas.

Primero tenemos a cualquiera de los guardias, que hacían un total de 9. Sin embargo, todos tenían una coartada, debido a que la mayoría se habían visto entre ellos a la hora del asesinato. Todos menos uno, el cual se convirtió en el primer de cuatro sospechosos.

Ah, ¿no lo dije? Al parecer, el asesinato volvió a ocurrir alrededor de las 12 de la noche, ya que uno de los guardias nos llamó sobre la una de la mañana diciéndonos que la señora Millie, que acababa de cumplir los 36 años, se encontraba en el cuarto de baño con la puerta y ventanas cerradas y que no respondía.

Cuando llegamos, nos encontramos con todo el panorama. La señora Millie había sido asesinada, y no solo eso, sino que además se encontraba colgando de la pared, atada con numerosos clavos en sus pies, manos y torso y con los ojos completamente perforados por dos de ellos, los cuales yacían en el suelo.

Era una escena completamente desorbitante, pues no era solo el asesinato, sino que, como dijo el guardia, las puertas y ventanas estaban cerradas desde dentro, por lo que era imposible entrar o salir, y la puerta la derribamos nosotros para llegar.

Ahora son las 2:30 de la mañana, no creo que me paguen lo suficiente por esto.

El primer sospechoso es el mismo guardia que nos llamó, de nombre Erik, al cual no habían visto los otros guardias en ningún momento entre las 11:30, hora a la que la señora Millie se dirigía al baño, dato dado por dos guardias completamente diferentes, y la una de la mañana, hora a la que llamó al número de emergencias.

La segunda sospechosa es la sirvienta, que no sé cómo lo hacen para verse envueltas en todos los líos. Se llama Elisa, y aunque la vieron en el jardín cortando el césped sobre las 11:45 de la noche, nadie la vio de ahí en adelante hasta las 12:30, hora en la que la vieron cocinar algo.

De esta segunda sospechosa, lo que más me llama la atención no es eso. Sino que, como ella mismo ha dicho, tiene mucho miedo, no por lo que ha pasado, sino porque cumplirá 48 años dentro de 12 días.

Es inevitable pensar que realmente estamos ante un asesino en serie, y si funciona siguiendo el mismo patrón, la señora Elisa sería la víctima perfecta.

Todas las edades que hemos tenido hasta ahora son múltiplos del número 12, aunque quizás, cuando no pueda avanzar más, pase a los divisores.

Sí, yo también lo pensé, ¿quién podría tener la frialdad de acabar con la vida de un niño de 2 años, por ejemplo? Pero ya había acabado con la de una niña de 12, así que no me sorprendería.

Bueno, tampoco sabría decir si sería un niño. Al parecer, todas las víctimas son chicas siempre. Quizás solo haya sido casualidad, pero lo dudo bastante.

Pasemos al tercer sospechoso, aunque este tengo claro que no es. ¿Por qué? Porque se trata de mi compañero, Derek.

Resulta que habían llamado bastante antes a la policía, al parecer, porque la señora Millie pensaba haber visto figuras moverse por el jardín de la casa.

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