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-Esto es más grande de lo que vos crees. . .

-¡¿Y eso a mí qué me importa?! ¡No explica por qué me espian siempre!

Ellos dos se miraron con miedo. -Vic. . . Sólo te espiamos esta vez. . .

-¡¿Ah, si?! ¡¿Y quien me espiaba la vez que fui a comer con Juan?!

-. . .- Un silencio tenebroso hizo que Victoria se diera cuenta que ellos decían la verdad. -. . .Nosotros no te espiamos ese día. . .

—ni ningún otro día. . .

-No me vuelvan a hablar. . .

-Pero-

-¡NO QUIERO QUE ME VUELVAN A HABLAR!

-Esto era por tu bien, pero veo que no querés estar bien.

—Para mañana no quiero que estés en mi quincho ¿eh?

Ambos chicos se fueron de la casa, dejando un ambiente sombrío. Ella cayó al sillón, en un total silencio.

Su querido joven de rulos la tomó en brazos, la sentó sobre él y la abrazó. Entrelazando sus dedos en el pelo de la chica.

-Tengo miedo, Gustavo. . .

-. . .- Él no le respondía nada; buscaba una mínima explicación a todo esto.

-¿No eran ellos los que te espiaban?. . . ¿Te espiaban? ¡¿Por qué no dijiste nada?!- Habló Zeta abriendo extremadamente sus ojos.

Ella se levantó repentinamente.-¿Qué se supone que les iba a decir?

-No importa ahora, no va a pasar nada. Nosotros te vamos a proteger.- Dijo Charly con un tono heroico.

-A vos y a Gustavo, que parece que tiene hasta más miedo que vos.- Se burló el bajista.

-¡Ey!- Hasta Victoria estaba riendo levemente, así que no le quedó de otra que reír también.

-Bueno, creo que me tengo que ir a casa.- Se mantuvo en silencio durante un segundo. -¡MI MAMÁ Y PAPÁ ESTAN EN MI CASA!

-Uy, mal.

-¡¿ME PODÉS LLEVAR EN TU AUTO?!

-Claro nena, vamos.- Agarró las llaves del auto y salieron a toda velocidad hasta el mismo para ir a la casa de Victoria.

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-Chau, Gus.

-Adiós, dulzura.

Salió corriendo directamente a la casa y entró tratando de hacer el menor ruido posible.

—Victoria.— Habló su padre con firmeza al verla asomarse por el pasillo de la casa.

—Papá. . . Mamá. . .

—¿Se puede saber dónde estabas?— Habló su madre mientras se servía una copa de ron, de las cuales parecía haber bebido bastantes.

—A ver, ¿querrías dejar de tomar por un momento?— Su tono de enfado se le subió hasta la garganta.

—Shh. . . Yo bebo, y vos retá a la nena.—Ver a sus padres hablar sobre quien la iba a retar no era muy satisfactorio de ser la primera vez que se veían en bastante tiempo.

Él suspiró tratando de expulsar su odio a otro lado. —¿Donde estabas, Victoria?

—Estaba con Gabriel. . .

—Ay, Gabriel, Gabriel, Gabriel, ¿siempre le tenes que echar la culpa a él?

—Él fue el que me avisó que ustedes venían a casa. . .

Otro suspiro de parte de el hombre.

—Andate a tu pieza, Vic, mañana cuando tu madre dejé a su amante hablamos.

—¡¿Amante?!

—Él alcohol, querida, el alcohol.

Ella llegó suavemente a su pieza y se acostó en la cama para intentar dormir, cosa que se le hizo imposible de sentirse observada en todo momento.

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Recuerdos tenebrosos inundaban la mente de Victoria al encontrarse con Gabriel en el super.

Se abraza fuertemente al brazo de Gustavo con miedo al ver la mirada de asesino que le disparaba el chico.

Él la abrazó al notarlo y se la llevó por el pasillo de comida.

—Chicos, ¿quieren donas?— Preguntó Charly al encontrarlos. El ojiverde miró a la chica, que con miedo se abrazaba al de rulos. —¿Qué pasó?— La mirada de felicidad de Charly pasó a ser una seria.

—Está Gabriel acá. . .

—Nos vamos, hay que irnos lo más rápido posible.— Gustavo agarró de las muñecas a Zeta y Charly dejando todo lo que habían comprado en el piso y saliendo del super.

Habían ido a comprar un par de cosas demasiado importantes, bueno, en realidad solo iban a comprar tres quilos de fijador para el pelo.

Se subieron al auto para ir otra vez a la plaza donde se encontraron.

No había dejado de sentirse observada durante las dos semanas que habían pasado desde que se rebeló todo. Ni siquiera paraba cuando cerraba todas las ventanas, puertas, todo. Hasta había empezado a pensar que se habían infiltrado en su casa. Pero tampoco quería verse como una loca para hablarlo con los chicos.

Gustavo le había contado a la chica que él también había sentido presencias de vez en cuando, pero no tanto como Vic.

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HOLAAA, Si, volví, los planetas se alinearon por fin(?
Bueno, no hay mucha explicación tmpc, los estudios me matan, pero todo bien!

Coman, beban agua, muchos besos y gracias por la espera, y más q nada gracias por aceptar este capítulo de mierda!

S I G N O S - Gustavo Cerati Y Tú Donde viven las historias. Descúbrelo ahora