¿Qué pasaría si mueres y de un segundo a otro despiertas en el cuerpo de alguien más y en otro mundo diferente al que creciste?
Pues eso le pasó a nuestro querido protagonista Izuku Hamato el hijo menor de Yoshi Hamato, un maestro ninja.
Izuku era e...
Izuku se encontraba explorando el bosque que estaba cerca del parque donde había entrenado en la noche, estaba en su forma humana mientras saltaba por las copas de los árboles haciendo parkour y practicando algunas katas, en la mañana se había dado cuenta que ese cuerpo había estado algo delgado y mal alimentado por lo que al desayuno se preparó algo nutritivo para empezar el día, debía asegurarse que su condición física mejorara o caso contrario terminaría enfermo y con anemia, pero por lo que al ser mitad mutante en la noche mientras duerme su metabolismo se aceleraría de manera inimaginable haciendo que vaya recuperando su masa muscular y mejore su condición física más rápido de lo que espera, pero debía comer bien si quiria buenos esos resultados.
Después de un largo rato de ejercicio llegó a un claro que estaba cerca de un arroyo decido tomar un descanso mientras se hidrataba.
- Con este calentamiento mi cuerpo se adaptara a mi parte mutante y dejará de estar tan delgado - se dijo tomando su agua - No e encontrado esa casa abandonada de los recuerdos de este cuerpo... según tengo entendido este arroyo está a varios metros de ese lugar - miro a su alrededor intentó orientarse según los recuerdos - En esta dirección! - continuó con su camino, después de casi una hora de camino pudo ver a lo lejos un techo en mal estado, apresuró el paso para llegar más rápido y almorzar
Tardó media hora más en llegar a su destino, había un amplio prado rodeando la vivienda, notando que una buena parte de tierra era usada para cultivar, se acercó a apreciar mejor la casa, era una de dos pisos y techo de teja, tenía algunas ventanas rotas y el moho estaba cubriendo las paredes que al parecer eran de ladrillo, se dispuso a almorzar antes de explorar el lugar, una vez lleno su estómago dejó sus cosas afuera y con ayuda de una linterna se adentro a la vivienda.
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Entró y se dirigió a la planta alta para empezar su exploración desde ahí, el lugar estaba lleno de telarañas, polvo y moho por la humedad, habían algunas goteras que deterioraban las paredes y el piso que eran de madera donde unos tablones ya estaban podridos y con agujeros, intentó encender la luz notando que esta a duras penas los focos servían, lo que significaba que los fusibles y cables necesitaban un cambio, al parecer la casa tenía demasiado tiempo sin habitar como tal vez unos cuarenta años o menos, habían muebles cubiertos por sábanas mohosas, algunos otros en cambio estaban destruidos y con la madera podrida, busco en los armarios pero no encontró nada más que ropa antigua y rota, cuando se dispuso a revisar la última habitación de la segunda planta, se acercó al último armario de ese piso se llevó una gran sorpresa.
El interior del armario se encontraba en un estado mejor que los demás, pero el interior de este le sorprendió fue que dentro del armario habían varias fundas plásticas que envolvía cajas, pero una de ellas tenía una nota.
Aquella nota solamente tenía un símbolo que él reconocía muy bien.
Era el símbolo del clan de su padre.
El clan más honorable y prosperó que haya conocido.
El símbolo del clan Hamato.
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