UNA NUEVA VIDA AL PARECER

8. Volver a estar juntos (3° parte)

La luz de la ventana iluminada toda la habitación, era un estilo oriental amplia con una cama en una esquina, había u amplio armario, un escritorio grande con computadora de escritorio, repisas vacías y varias cajas llenas en un lado de la habitación.

En la cama se encontraba recostado un pequeño bulto de cabellos verdes profundamente dormido, su cuerpo estaba de lo más relajado, no había nada que lo molestara, no recordaba haber dormido sin preocupaciones desde que despertó en ese mundo pero no se quejaba, estaba más que feliz por tener un momento de paz, solo rogaba que la bruja de su madre jamás volviera a aparecer y que el juez la encerrada de una buena vez.

Empezó a despertar poco a poco con calma, se sentó en la cama y frotó sus ojos para quitarse el sueño, con un ojo entreabierto miró a su alrededor confundiéndose por donde estaba, en eso abrió los ojos de golpe recordando al sujeto que lo persiguió hasta la azotea, un miedo empezó a invadirnos creyendo que había sido secuestrado, pero en eso tuvo un pequeño flash de haber sido salvado por alguien.

- Papá Splinter - dijo en un susurro con los ojos bien abiertos los cuales se empezaban a llenar de lágrimas y una inmensa sonrisa se asomaba en sus labios

Sin tardar se puso de pie y salió de la habitación, estaba en una casa de estilo oriental muy bien conservada, los pasillos amplios estaban bien iluminados, y en algunos habían ventanas grandes, sin saber a donde ir empezó a correr en los pasillos, la emoción llegaba su ser, quería que fuera real y que no estaba alucinando, pasó por una sala, una mini biblioteca, la cocina, estaba por volver pero una voz lo paralizó.

- Hijo mío - su cuerpo empezó a temblar y las lágrimas bajaron por sus ojos, con temor se giro en dirección a la voz encontrando a Yoshi con una sonrisa cálida y ojos acuosos - No vas a venir a abrazar a tu padre Izuku?

Extendió sus brazos y el menor sonriendo a pesar de las lágrimas se lanzó sobre él en un cálido abrazo cayendo al piso con él.

- Papá! - dijo entre lágrimas abrazándolo con fuerza como si fuera a desaparecer

- Mi niño... no sabes la falta que nos has hecho a tus hermanos y a mi! - dijo abrazándolo un poco más fuerte pero sin llegar a lastimarlo

- Y yo!... creí que jamás te volvería a ver a ti o a mis hermanos... que estaba solo en este mundo! - hablaba entre llantos y con rapidez que apenas se le entendía lo que quiera decir - Recuerdo que morí salvandolos!... que jamás los volvería a ver.. que.. que... que me quede solo!.. pero cuando desperté en este cuerpo y en un lugar completamente desconocido... tuve miedo y los busque!... pero esa zo..

- No digas groserías! - regaño separándose del abrazo y viendo al menor con regaño - Sabes muy bien que ese lenguaje es de personas sin educación y no me gusta que tus hermanos o tú hablen así

- Lo siento... - dijo con la mirada baja pero volvió a ser abrazado por el mayor

- Después te regaño... te extrañe tanto mi niño, tus hermanos y yo estábamos destrozados cuando la fábrica explotó y solo pudimos recuperar una de tus espadas

- Y yo a ti... pero - se separo y miro a su padre confundido - Cómo es que estás aquí... y eres humano?! - el mayor sonrió melancólico

- Te lo explicaré todo, te lo prometo... pero primero debemos ver a alguien que  te ha estado esperando tenerte en sus brazos durante mucho tiempo - el menor se sorprendió por escuchar eso pero asintió

El mayor tomó al peliverde de la mano y lo llevó hacia una amplia sala donde habían cuatro personas sentadas mientras platicaban y comían unos bocadillo hechos por la omega de cabello negro.

- Hisashi, Rin... alguien ya despertó y quiere conocerlos - dijo el mayor llamando la atención

Los nombrados se pusieron de pie con grandes sonrisas en sus caras, el pecoso no sabía qué pasaba pero no le dio tiempo a hablar porque estaba siendo apachurrado por la pareja.