9.Suspensión

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Era una bella mañana, Izuku iba de la mano de su adorado papá Splinter hacia un centro comercial para comprar ropa y artículos de uso personal para el menor, ambos iban hablando de cosas triviales como todo padre e hijo, desde la noche que se habían puesto al corriente de todo lo que les pasó, y de lo que hicieron desde que se despertaron en ese mundo, además de que el omega le reveló de qué encontró el dojo clan Hamato y que en una de las maletas estaban las escrituras de la propiedad y el testamento donde el especificaba que el que posea la escritura sería su heredero legítimo y todo lo que pertenece al clan Hamato le pertenecería.
Yoshi no pudo estar más feliz de ver que su clan volvería a renacer, pero también estaba serio de saber que el kraang estaba en esta dimensión o realidad alterna, más recordando al sujeto que lanzó de la azotea que intentó raptar a su niño, claramente discutieron un largo rato ya que el menor quería ser parte de la caída de los kraang pese a su joven edad.

Claramente Splinter entrenaría a Izuku para que volviera a ser el ninja que acababa con las flotas krang sin ayuda, además de que se aseguraría de mantener toda la información del Krang bajo el agua para que Hisashi y Rin no se preocuparan o se pusieran paranoicos, ni se diga de la comisión de héroes o de las agencias, lo que menos querían era ser vistos como los malos por ellos, y dudaban que les creyeran si les dijeran de la existencia de seres que planean apoderarse del planeta, primero los tacharan de locos, los llevarian a un manicomio antes de creerles.

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Al otro día a primera hora, Yoshi y su familia se dirigieron al registro civil para cambiar el apellido de Izuku, luego de tres horas actualizando toda la información del omega y que ahora era Izuku Yamagawa, Splinter se encargó de legalizar los papeles de su niño de las propiedad y fortuna del clan Hamato.

Todo quedó a nombre de Izuku y él sería el único que administre aquello, todo sería suyo apenas el menor lo pidiera, además de que a espaldas de todos cambió su testamento dejandoles varias propiedades, fortuna y otras cosas a Izuku.

Nadie sabía, pero él era la segunda persona más rica en Japón, tenía lugares a su nombre que ganaban grandes sumas cada semana, agencias de héroes que patrocinaba, se había encargado desde joven a hacer crecer su fortuna, su adorado nieto era el dueño legítimo de todo, por eso era que Inko no quería perderlo, ella de alguna manera se enteró de que el era rico y Hisashi también, ella quería ser la señora y dueña de todo aquello, pero sus codicia le dio donde más le dolía y ahora se encontraba encerrada en una cárcel y con una gran deuda.

Cuando se entere que ahora su hijo tenía dinero estaba seguro que ella volvería arrastrándose a pedir perdón y a exigir algo que no es de ella, más porque.

Todo le pertenecía a Izuku.

Obviamente cuando los papeles fueron legalizados el peliverde le pidió a su abuelo que él se encargará de que el dojo fuera reparado, solo quería que la casa fuera remodelada solo por dentro ya que prefería que siguiera con la fachada dañada para ocultar los misterios que escondía sus pasillos, sin mencionar que nadie sospecharía de que esa casa es más de lo que se ve, Splinter no pudo estar más deacuerdo con ello.

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- Papá... estás seguro? - preguntó el pequeño omega mientras veía como su padre se arreglaba su kimono con el símbolo del clan 

- Sabes que esta ropa es mucho más cómoda que toda las demás... y también porque... - se miró en el espejo y sonrió con melancolía - Atesora muchos momentos... ya sean buenos - el omega sonrió al saber el valor sentimental que su padre tenía por aquellas prendas - O malos... pero esto refleja lo que soy... o somos y en que nos hemos convertido... me aseguraré de que tus vestimentas de entrenamiento sean estas

UNA NUEVA VIDA AL PARECERDonde viven las historias. Descúbrelo ahora