Parte 18: Eres mi sueño...!!

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La canción seguía sonando, Luna abrazó a Javier, y le susurró al oído:

Luna: ¿Te gustan las chicas como yo?

Luna: ¿Te gustan las chicas como yo?

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Javier: Me encantan... ( le susurró al oído) .. Eres mi sueño...

La tomó por el cuello mientras no paraban de besarse, las manos de Javier se colaron bajo el vestido encontrándose con la sorpresa de una suave y sexy tanga de encaje.

 Luna: ¡Espera un momento, Javi !, Ahora vuelvo.

Javier: ¿Dónde vas ahora, cielo? (le dijo mientras acariciaba sus manos.)

Luna:  Es una sorpresa, y además... merecerá la pena.

Se alejó de él y salió del salón hacia las habitaciones,  el calor se apoderó de Javier desabotonándose la camisa, cambió la música, puso Ed Sheeran y sus mejores baladas, optando por dejarlo pues no podía ponerse mejor música en ese momento...

A los cinco minutos aproximadamente oyó como se abría una puerta, seguido del sonido de unos tacones al pisar, sus ojos se detuvieron en la puerta del salón cuando al segundo se mostró. Luna se había convertido en una diosa con un ajustado vestido, el pelo alborotado y, en su cara el maquillaje había resaltado su belleza femenina. Unas medias con liguero y unos zapatos negros de tacón eran la guinda del pastel que se mostraba ante el.

La voz de Ed invitaba a bailar, la abrazó, los  cuerpos fundidos eran solo uno, Luna apoyaba su cabeza en el torso de Javier mientras acariciaba su espalda , él le besaba su hombro desnudo al tiempo que los dedos jugaban con el bajo de su vestido ...

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La voz de Ed invitaba a bailar, la abrazó, los  cuerpos fundidos eran solo uno, Luna apoyaba su cabeza en el torso de Javier mientras acariciaba su espalda , él le besaba su hombro desnudo al tiempo que los dedos jugaban con el bajo de su vestido acariciando la suave piel de sus nalgas. Pasaban las canciones mientras el tiempo parecía que se hubiera detenido, en ese mundo particular solo había amor, como si hubiésen pactado una tregua los deseos.

Luna lo llevó de la mano hasta el sofá, se sentó en él y lo puso frente a ella, con sus uñas acariciaba suavemente su pecho enredándolas de vez en cuando con su vello. La sinfonía se completaba con suaves besos en su abdomen, las manos resbalaron hasta llegar al cierre del pantalón, lo desabotonó mientras sus ojos miraban hacia arriba buscando los de Javier. La sonrisa iluminó su cara cuando los pantalones bajaron a lo largo de sus piernas.

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