16- Poemas y Fantasías

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Actualidad

Las cosas había cambiado. Él despertaba con tanta felicidad en su pecho, la razón no era por la chica que despertaba a su lado, sino por aquella joven con la cual había tenido una de las mejores noches de su vida.

Todos notaban como él actuaba más animado, caminaba con una encantadora sonrisa y todos hablaban de ello.

Él se encontraba en su habitación, sentado en su cama con una libreta en su mano. Escribiendo y escribiendo, tanto que la tinta le faltaba. Aunque solo debía gritar el nombre de unos sirvientes y ésto vendrían de inmediato y le darían una nueva pluma.

--¡Sanji-san!-- Escuchó cómo aquella chica le hablaba con ilusión y él suspiró. --¿Sanji-san? ¿Qué haces?

Escondió su libreta con rapidez debajo de su almohada y se levantó.

--¿Qué pasa, Pudding-chan?

--Oh, hice un pastel para ti.-- La joven se lo ofreció, sonriéndole de oreja a oreja. Sanji podía ver las mejillas sonrojadas de su prometida y su pecho se lleno de culpabilidad.

--No tengo mucha hambre, Pudding-chan...-- Se arrepintió de esas palabras al ver la tristeza dibujada en su cara. --Pero, me lo comeré más tarde.

Pudding se sentó en la cama.

--¿Qué hacías?

--Nada.

Ella no estaba tan convencida, pues le había visto ocultando algo debajo de su almohada. Sanji había estado actuado tan diferente, había algo que estaba mal.

Se acercó al rubio, con intenciones de darle un beso en los labios, él acarició su mejilla y cintura, mientras ella estiraba su mano hacia la almohada.

Tomó la libreta y abrió una de las páginas.

--¿Qué es esto?-- Leyó algunas palabras, frunciendo el ceño, el varón trató de quitarle la libreta, aunque ella le evitó. --"Sueño con nuestro siguiente encuentro, donde acaricie tu piel y tú te derritas por mis cálidas manos."

--Pudding-chan, dámelo... por favor.

La de cabellos castaños frunció el ceño, parecía algo molesta. Sanji estaba nervioso, tragaba saliva con dificultad.

--"Ojos (c/o)..."

El rostro de la chica se oscureció, dejó caer la libreta y salió de la habitación sin decir una sola palabra.

El de cabellos rubios ni siquiera se tomó la molestia de ir tras ella, recogió la libreta y la limpió con suavidad.

¿Quién le iba a culpar? Sabía que estaba mal. Él estaba comprometido con la hija de una de las mujeres más importantes de la ciudad, pero no era por decisión, su padre le había forzado.

No lo iba a negar, aquella joven era muy linda, pero la chica de cabellos (c/c) y preciosos ojos (c/o) le había robado su corazón.

En esos momentos, Pudding caminaba con sus puños apretados hacia la habitación de su madre.

Amaba a Sanji, le quería solo para ella, sabía que si le contaba a su madre ella cancelaría su matrimonio entonces no podía decirle.

Pero, necesitaba el nombre de esa tipa.

¿Quién se creía que era para robar la atención de su hombre? ¿Por eso Sanji se veía tan contento éstos últimos días?

(...)

Sus ojos estaba cerrándose lentamente, el sueño se estaba apoderando de su cuerpo, suspiraba tratando de no rendirse, pero sentía como estaba a punto de desmayarse.

Escuchaba su voz, escuchaba como gritaba su nombre con tanta emoción y necesidad. Todavía podía sentir sus uñas en su espalda, todavía podia sentir su cuerpo unido con el ajeno, siendo uno solo.

Quería escucharle una vez más gemir su nombre, pidiendo más y más.

--¡Zoro!

El nombrado salió de sus pensamientos y alzó su mirada, viendo a la joven pelinegra frente a él.

--¿Qué quieres, Tashigi?

La chica se cruzó de brazos y le dio una molesta mirada, se sentó junto al peliverde y suspiró profundamente.

--Te la has pasado todo el rato soñando despierto. ¿Acaso no has dormido bien?-- Le preguntó ella, muy en el fondo estaba ligeramente preocupada.

--No mucho.

--¿Por qué?

La mente de Zoro volvió a pensar en aquella dulce y maravillosa mujer. Perdiéndose, una vez más, en sus pensamientos, soñando despierto, disfrutando de la imagen de la joven.

--Una chica...-- El corazón de la pelinegra fue apretado, se mordió el labio y bajó su mirada al suelo. --No he podido dejar de pensar en ella.

--Oh... ¿No has pensado en hablarle?

--Es algo complicado.-- Terminó diciendo el de cabellos verdes. --Pero da igual.

Se levantó de su asiento y estiró sus brazos, mientras la joven de lentes se mordía el labio ante la excitante imagen del varón frente a ella.

Había algo que le molestaba al recordar que él estaba pensando en otra chica. No le gustaba, ella creía que poco a poco estaba conquistando el corazón de Zoro.

¿Ahora otra chica le había robado el corazón del peliverde? Era injusto, ella había pasado meses tratando de llamar su atención y otra tipa la había conseguido demasiado fácil.

No lo quería aceptar.

Zoro regresó a su entrenamiento, mientras Tashigi salió del dojo en busca de cierta persona que tal vez le daría cierta información.

Otra chica. Hasta donde ella sabía, Zoro no tenía muchas amigas, solamente conocía a la joven Nami, pero ambos se la pasaban peleando como perros y gatos. Dudaba que ella sería la chica que le había robado el sueño al varón.

Sentía su sangre hervir, apretaba sus puños y tenía un leve dolor de cabeza por fruncir el ceño.

¿Por qué no ella?

Mientras tanto, (T/N) se encontraba en su cama, eran casi las dos de la tarde, y no tenía la motivación para hacer nada.

Tampoco tenía ganas de ver a nadie, hablar con nadie, ni hacer nada de nada.

Aunque claramente, en el mundo había otros humanos que les daba igual si ella quería o no ver a alguien.

--Luffy... estoy tratando de dormir...

--¡Son las dos de la tarde!-- El varón le movía de forma agresiva. --¡Despierta! ¡Salgamos!

--Luffy, tengo sueño...-- Balbuceó la de cabellos (c/c), se frotaba el rostro mientras se sentaba. --¿Dónde quieres ir?

--¡Salgamos a comer! Me muero de hambre... Y Sabo salió con Koala.

--¿Dónde iríamos a comer?

--¡Baratie!

CONTINUARÁ...

Bajo La Luna (Sanji x Lectora x Zoro)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora