11- La Promesa

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Los gritos no paraban, eran las ocho de la mañana, ¿quién tenía la energía para estar gritando a tal hora?

Cierto pequeño que respondía al nombre de Luffy. Se encontraba molestando a su hermano, Sabo, quién perdía neuronas lentamente.

Mientras que la menor de ojos (c/o) admiraba a Ace, éste trepaba un árbol como si fuese un mono. El pecoso notó como ella le veía curiosa, desvió la mirada al hacer contacto visual y se ruborizó un poco.

--¿Cómo le haces para trepar?-- Pregunto ella, pues quería subir a la rama del árbol. Parecía interesante.

--Uso mis manos y piernas.-- Contestó el pelinegro, distante, sin decir mucho.

--¿Me ayudas?

--No.

(T/N) frunció el ceño, todavía no se acostumbraba a la extraña actitud del pecoso. Era diferente con Luffy y Sabo, porque Ace a veces hablaba con ellos, pero la evitaba por completo.

Era molesto.

--Bien. Lo haré yo sola.

--Te caerás.

--No me caeré.

--Me voy a reír en tu cara cuando lo hagas.-- Decía aquello con una expresión seria en su rostro.

--Me da igual.-- Había comenzado a trepar, el miedo estaba en su cuerpo, pero el orgullo era mayor.

Las ganas de mostrarle al pecoso que podía hacerlo sin su ayuda, era su motivación.

--Lo estás haciendo mal.

--Cállate...-- Balbuceó, sintiendo como su respiración se iba agitando.

Sentía que estaba haciendo un gran progreso, aunque no estaba cerca del pequeño.

--Te vas a-...

Y cayó. Golpeándose la rodilla contra el suelo, viendo como un poco de sangre salía de ésta.

--Ouch...-- Ace bajó casi de inmediato y se acercó a la menor. --¿Vienes a reírte en mi cara?

Él negó.

--Llamaré a mamá.

--No hace falta, ni siquiera duele.-- Dijo la jovencita, sonriendo débilmente. El pecoso tocó la herida y escuchó a la menor quejarse. --¡Ouch!

--¿Ves?

--Si no la tocas, no duele.

--Cállate.

Le ofreció su mano para ayudarle a levantarse, y dudó por unos segundos, pero terminó aceptando. Ambos sintieron una extra descarga eléctrica en su cuerpo al tocar sus palmas.

Ace ayudó a la joven a sentarse en uno de los sillones de la sala de estar, le trajo una pequeña curita y se la puso en la rodilla.

Bajo La Luna (Sanji x Lectora x Zoro)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora