18. DESESPERACIÓN

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Habia pasado una semana de convivencia, Pen ya tenía su horario de clases para el confinamiento preventivo por causa del CoVid y Colin continuaba entre reuniónes online y dando clases como profesor adjunto.
El tiempo libre transcurría entre risas y mucha mucha tensión debido al deseo.
Colin se sentía como un adolescente, recurriendo a masturbarse para soportar el horrible impulso de lanzarse sobre ella y Pen... Bueno... Su caso no era muy distinto.
Las noticias de su padre no eran buenas, había caído en coma y su madre también se habría contagiado, sin embargo Portia era fuerte y poco a poco mostraba signos de mejoría.
Entre esos asuntos familiares y el incontrolable deseo que sentía por Colin comenzaba a actuar irritada.
-Colin! Dejaste tu ropa interior en la puerta del baño? - pregunto Pen al entrar y toparse con sus boxers
-Oh! Demonios! Susurró Colin - Perdón Pen no... No los toques yo... Yo los levanto.
Bajo ninguna circunstancia quería que notara lo que le estaba ocurriendo con más frecuencia en las mañanas.
-No pensaba hacerlo... Dijo Pen irritada, envuelta en una toalla pues estaba por entrar a ducharse.
Se escuchó el frenético trote de Colin quien entró rápido para levantar su ropa sucia.
-Perdon! De verdad! No quería... Las palabras desaparecieron cuando noto que estaba envuelta en una toalla frente a el.
-Ummm? Pasa algo?
-Que... Que... Que...
-Te sientes mal? Dije si te pasa algo?
-No no!!! Yo solo... Estoy avergonzado! Dijo nerviosamente mientras revolvía su pelo.
-ah! Suspiró ella - perdón estoy un poco estresada, me daré una ducha tal vez ayude a qué se me pase todo esto!
- No no... Yo... No debí dejar tirado todo por aquí - dijo con una sonrisa nerviosa
Ella entro y comenzó a bañarse mientras Colin afuera ciertamente entendió que no podía pasar un día más en esa situación, luchaba por disimular la enorme erección que estaba teniendo y si continuaba así que sería de si mismo!
-Ok Bridgerton! - se dijo a si mismo mientras se mojaba las cara en el fregadero de la cocina -  esto no va más! O pones tu empeñó ese seducir a esa mujer ahora! O serás completo desastre!
Cuando Pen salió de la ducha vio a Colin de espaldas frente al fregadero, con el cabello húmedo
-Cols... Te sientes bien?
-Eh? Oh si si! Solo que depronto sentí algo de calor y... Quería refrescarme...
La vista de Colin con las pequeñas gotas de agua bajando por su cuello no pasaron desapercibidas para ella, sus pechos reaccionaron de inmediato y sintió como su rostro se ruborizo por completo.
Colin no era tonto, vio exactamente lo que le ocurría y decididamente no perdería ninguna oportunidad de intentar algo más.
- Pen... Dijo con la voz ronca - tu... No te ves bien? Parece que tuvieses fiebre... Se acercó a ella y coloco su mano en la frente mirándola con las pupilas dilatadas.
-Que? Emmm.... No... Yo...
-Debe ser el estrés... Toda esta situación... - dijo mientras pasaba sus dedos por los brazos desnudos de ella - debe ser muy difícil para ti... Quizá... Necesites relajarte un poco... Dicen que un masaje puede ser bueno para sacar toda esa tención acumulada - susurraba con una voz que no parecía suya mientras subía y bajaba los dedos hasta llegar a su cuello
-Cols yo pienso que...
-Tal vez Pen... Piensas demasiado... - susurró pegando si frente a la de ella obligando a un hipnotico intercambio de aliento
- Tal vez... Tengas razón... Susurró rindiéndose poco a poco a ese encantó
De repente sin que ella pudiera notarlo sus labios se rozaban
-Pen... Yo... No puedo resistirlo... En verdad lo intente pero... No puedo más... Estoy... Desesperado... Y... Y si no pensamos más... Y si solo dejamos que el tiempo actúe?
- Tal vez... Tal vez no sea algo malo verdad? Todo esto... Es... Tan... Fuera de lo común dijo Pen mientras rodeaba el cuello de Colin con sus brazos.
Sin darse cuenta la toalla que la cubría ya estaba en el suelo y Colin ya la había subido a su cintura.
- Pen... Creo que lo mejor es... Guardar silencio verdad?
-ummm jumm!
Sin más Colin la llevo a la habitación e hicieron el amor con tanta pasión y devocion que no habían palabras para describir sus acciones.
La desesperación que ambos sentían, la angustia de no saber cuáles eran sus sentimientos, la zozobra por lo que ocurriría después... Nada importaba!
Importaba el momento, el abrazo, el toque de sus cuerpos, el sonido de sus agónicos quejidos...
No salieron de allí en mucho mucho tiempo, porque cuando se creían saciados el uno del otro y dormían, luego despertaban con la misma sensación, el mismo deseo, la misma agonía.
Ese día, se amaron tanto que probablemente su vecino habrá maldecido la hora en que se le ocurrió pasar el confinamiento junto a aquellos dos enamorados.

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