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Pov. Marco
Desperté con pesadez de mi cama, algo oprimia mi pecho con gran fuerza creando un leve dolor que comenzaba a molestarme, lentamente abrí mis ojos y parpadeando un par de veces me acostumbré a la luz mañanera que entraba por la pequeña ventana de mi camarote; intenté levantarme pero aquel peso seguía sobre mí.
Voltee mi vista y noté como Ace estaba hecho rosca encima de mi, recargando sus manos y cabeza en mi pecho; lo que parece era lo que me molestaba. No intenté apartarlo y preferí aguantar el dolor por un rato hasta que el chico despertase, no fue hasta una hora creo que pasó, cuando Ace comenzaba a despertar de su profundo sueño.
Se estiró cuál gato golpeando mi rostro, solté un quejido que lo desconcertó y mirándome con los ojos abiertos cuál platos se sentó sobre mí abdomen sacándome un suspiro.
- Ace.... Para de moverte - le susurré aún sin suficiente aire por el acto tan repentino - y porfavor yoi, baja de encima mío...
Se disculpó y rápidamente se sentó ahora en el colchón en lugar de mi, intento ayudarme pero sus manos no paraban de temblar por el susto.
- Uy.... Lo siento Marco, juro que no sé cómo llegué ahí - se excuso tomando su sombrero de la silla frente a mi escritorio - Pero.... ¿Si estás bien?
- Si, estoy bien yoi - me incorporé en la cama justo a su lado - Ahora pregunto yo, ¿Porque estás en mi habitación otra vez yoi?
- Ohh.... - su rostro mostró una mueca tras desviar la vista hacia la pared - Bueno.... Está vez no tengo una excusa
Rio apenado rascando su mejilla levemente sonrojada, que hacía resaltar sus pecas aún más; tomé su rostro haciéndolo dedicarme su mirada y bese sus pecas con ternura.
- Solo no te acuestes encima mío yoi - solté una risita que parece contagio al moreno, me tomó igual el rostro.
- Eres cómodo Marco - soltó canturron sin vergüenza alguna para después acercar sus labios a los míos y unirlos en un casto beso.
Me sorprendí por su iniciativa, pero tomando la cordura de inmediato repetí su acto mimandole con ternura.
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