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Pov. Ace
Golpeé a Marco con mis flamas, se quejó al respecto haciendo aparecer sus llamas azules curando las quemaduras en su piel.
Reí al ver aquello junto a su mueca molesta, siguió nuevamente su camino ignorandome por completo; le seguí a paso lento hablando de cosas triviales mientras el comandante me ignoraba.
No fue hasta que finalmente llegamos a la posada donde nos quedaríamos aquella noche que Marco me dirigió la palabra.
- Ace, estas siendo muy molesto yoi - dijo tras haber entrado a la habitación, imité su acto permaneciendo detrás suyo - ¿Que es lo que quieres?
- ¿Porqué insinuas que quiero algo?
- Me golpeaste repetidamente con tu puño de fuego, ya te lo dije yoi - paro de hablar aprisionandome en la puerta ahora cerrada - no doy ese tipo de castigos.
- Quizá solo un día no haga daño~ - ronronee acercándome a sus labios sin pena.
- Ni lo sueñes yoi - me dió un casto beso antes de separarse con una sonrisa ladina en su rostro.
¡Maldita ave, pero ya me las cobraré!
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