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Marco observó a su pareja jugar en la arena y construir pequeños castillos que después eran llevados por el océano, el pecoso escapaba cada que las olas se aproximaban sacandole una carcajada al hombre que llama su esposo.
Nuevamente se acercó a la orilla y observó su pequeño dibujito que parece salió intacto de las olas, Marco se acercó con curiosidad observando un pequeño solecito junto a una pequeña piña con chapas, una risilla divertida se le escapó de los labios.
Que luego se transformó en una divertida carcajada que hizo reír a su pareja, se tomaron las manos y con la arena cubriendo sus pies se adentraron unos pasos al mar.
Era poco, así que la debilidad de su odio no decayó en ellos.
Viendo el horizonte sonrieron mutuamente, quizá su amorío no es perfecto, ¿Pero que define lo perfecto exactamente? Para ellos dos era aquel amor que se tienen entre si.
No necesitan apoyo, tampoco necesitan que los juzguen; con tenerse el uno al otro es más que suficiente.
El más pequeño abrazó al rubio quien correspondió gustoso recargando su mentón sobre la melena azabache de su amante, una sensación tan amena que los abraza con fuerza.
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Muchisimas gracias mi estimad@s por haber llegado hasta acá, este es el último capítulo o corto de esta obra; aprecio su apoyo y sus hermosos comentarios 😌💘
