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Pov.
El beso de Marco comenzó siendo uno dulce y lento, hasta que la lujuria comenzó a inundar nuestros cuerpos; comencé a acariciar su abdomen con mis manos, Marco imitó mi acto rodeando las partes sensibles del mío sin ningún pudor.
Bajo sus besos hasta mi cuello y pecho dejando una que otra marca en estos, jadee al sentir su caliente lengua en uno de mis botones, mientras que pellizcaba el otro con su mano libre.
Sentía su respiración tan cerca de mi cuerpo que no podía evitar soltar suspiros por el simple hecho de tener a Marco encima mío, haciendo tales cosas.
Jugó un rato con mi pechos hasta que finalmente bajo sus caricias hacia mi miembro que requería atención, comenzó a mover sus manos al rededor de este con presión y de una manera tan sensual que no pude resistir mucho hasta que me vine en su mano.
Dejó caer sobre mi entrada un poco de vacelina, humectando bien sus dedos; introdujo uno de estos el cuál tensó mi cuerpo por ser algo no muy común, exalé con fuerza y le hice señas para que continuará, Marco asintió moviendo su dedo continuando con el segundo y luego el tercero.
Al estar ya preparado le exijí que se apresurara, rió con gracias haciendo caso a mi petición; comenzando a envestirme de manera lenta pero profunda tocando las partes dulces en mi interior.
Con el tiempo sus estocadas avanzaron haciéndose más rápidas y certeras, tan solo me vastó unos minutos para correrme en mi vientre y a Marco un tiempo más en el cuál me corrí también, terminé tan cansado que me quedé dormido casi de inmediato después de nuestra acción.
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