FÉLIX
—Kagami por favor podemos conversarlo—hablé, esperando su respuesta al otro lado de la línea.
Choqué contra una persona, sin embargo no me molesté en mirar, la voz de Kagami acaparó todos mis sentidos en ese momento.
—No sé cómo, Felix. Lo nuestro...—suspiró y mi corazón latió con fuerza mientras esperaba por una respuesta—lo nuestro ya no es lo mismo. Yo no sé...
Llegué a mi auto y me encerré ahí.
—¿Qué hice mal?—interrumpí—. Siempre estoy sacando tiempo para estar contigo. Dime...dime qué te molesta y yo lo arreglaré por favor, Kag.
Me sentía estúpido rogando. Jamás en mi vida había suplicado, sin embargo Kagami era mi todo. Estábamos juntos desde la universidad, y el que me haya mandado ese mensaje diciéndome que lo nuestro ya no le hacía sentir lo mismo me estaba volviendo loco.
—Es que no sé, Felix. Todo cambió. Nosotros cambiamos y lo nuestro...—se quedó en silencio por unos segundos— es mejor dejarlo así. Tenemos negocios juntos y no quiero que perjudiquemos eso.
—Hablémoslo. A ti siempre te gustó ser directa y decir las cosas en la cara; que me hayas mandado un mensaje de texto no me parece correcto viniendo de ti—recurrir a su orgullo para poder verla una vez más era caer muy bajo, pero no podía dejarla ir sin intentar más opciones.
La escuché soltar un suspiro y después de unos segundos de pensarlo, contestó:
—Bien. Hablemos. Nos vemos en tu oficina en una hora, pero ven rápido porque tengo cosas que hacer después.
Colgó la llamada sin darme tiempo para responder. Con mi cuerpo lleno de nervios y temor, encendí el auto y me puse en marcha a toda velocidad.
Conociéndola, ella no me daría ni cinco minutos para hablar; así que debía pensar con calma qué decirle para convencerla. Conocía a Kagami y sabía que había un motivo mayor para esto. Tal vez no quería terminar conmigo y algo la estaba obligando, por eso se estaba alejando de mí sin si quiera enfrentarme.
«¿Conoces a tu novia hace 9 años y piensas qué haría algo cómo eso? Qué patético.»
Pisé el acelerador con más fuerza ante ese estúpido pensamiento. Tal vez sólo estaba buscando excusas para no admitir que nuestra relación cambió mucho estos últimos años.
Mi celular comenzó a sonar nuevamente, ahuyenté todos esos pensamientos y contesté con la esperanza de oír su voz.
—¿Kagami?
—¿Mi amor?—habló con un tono burlón. Puse los ojos y frené cuando el semáforo se puso en rojo.
—¿Cuántas veces te he dicho que odio que me hables así, Claude? Si estuviera con un inversionista y oyera eso sería horrible.
—¿Tan mal partido soy, Feli?—rio—. Bueno, perdón por no ser tu adorada Kagami—dijo lo último con un tono exagerado—, pero necesito que vengas al almacén quince.
—¿Qué? Eso está muy lejos y debo estar en la oficina...
—Una de las máquinas dejó de funcionar.
—Qué la vea el técnico entonces.
—Ya lo hizo pero dice que necesitamos una nueva. Me encargué del papeleo pero necesito tu firma para procesarlo más rápido.
—¿Y no puedes traer esos papeles a la oficina?—pregunté, mientras ponía el auto en marcha al ver el semáforo en verde.
—Podría, pero no quiero. Di vueltas por toda la ciudad hoy, lo mínimo que puede hacer, señor presidente, es venir aquí, firmar y darle palabras de ánimos a todos sus trabajadores que se están esforzando el doble por no tener la maquinaria necesaria para cumplir con la planilla del mes.
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Secrets |FELINETTE AU
Fanfic[+18] Cuando el destino te quiere alejar de alguien o algo en específico te manda señales, sin embargo, a veces él mismo las ignora y te lleva justo donde no deberías estar. Marinette Dupain es sinónimo de mala suerte. Desde que tiene memoria, el de...