(21) Harry.

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Ya habían pasado 2 semanas desde aquel choque y el hospital era de lo más aburrido.
No tenía con quien hablar, y si, tenía mi teléfono, pero no era lo mismo.
Ya me habían dado el celular así que le avise a todos que estaba muy bien.
Todos se aliviaron al saber que no me había pasado nada malo.
Tom y yo ya no hablábamos tan seguido, decía que estaba ocupado con cosas. ¿Que cosas?, no es que sea celosa o nada (bueno un poco jeje), pero odio que me oculte cosas, y más si es sobre una chica.
Con Bill era igual que siempre. Hablábamos una que otra vez y me enviaba mensajes bonitos.

Ya no sabía que hacer en el hospital, estaba segura de que moriría de aburrimiento.
Salí de mi habitación por una soda de la máquina expendedora que quedaba en el segundo piso, yo estaba en el tercero así que no era mi royo.
Tome el elevador y al llegar a la máquina pedí mi refresco favorito, ¡un Seven Up!.
Ansiaba por darle un trago ya que hacía un calor infernal y esa bebida que haría mucho bien.
Pero al picar el botón no pasó absolutamente nada.
Mi deliciosa bebida seguía intacta, no se movió ni un centímetro.

—¡Carajo! —Exclame y comencé a golpear la estupida máquina para que me diera mi refresco.

—¿Necesitas ayuda? —Se burlo un chico alado mío, era castaño y bastante alto. Parecía de mi edad.

—No... yo puedo sola. —Dije y seguí golpeando la caja como si de un saco de boxeo se tratara.

—Así no lograrás nada, créeme. Llevo mucho más tiempo aquí que tú.
Debes golpear el lado izquierdo y después sacudirlo, así mira. —seguido de esto la golpeó y la sacudió como había dicho, y sorprendentemente, ¡mi refresco salió expulsado!

—¡Oh si!, ¡Muchas Gracias, Chico! —Agradecí y tome mi bebida fría para darle un buen trago.

—Me llamo Harry, un gusto. —Dijo y levanto su mano para que yo la tomara.

—Soy Samantha, Samantha Paige. El gusto es todo mío, Harry. —Tome su mano y comencé a sacudirla levemente. —Que extraño, casi nadie saluda así a la gente. Solo los abuelos. —Dije en un tono burlesco.

—Por si no lo sabías soy un abuelo en el alma de un joven. —Soltó irónicamente y ambos reímos a la par. —Samantha Paige, ¿eh?, creo que he oído hablar de ti... ¿pero en donde?

—Soy cantante, modelo y actriz. Tal vez en alguna de esas.

—¡Claro!, en las revistas fue donde te vi. Aún que ahora que te veo bien, pareces un poco distinta... y mucho menor.

—Que vergüenza...—susurré para mi misma.— Si bueno, en las revistas hacen que aparente otra cosa, pero nada que ver.

—Si lo note. —río.

A partir de ese día, Harry y yo nos hicimos muy unidos, ya que éramos los únicos dos chicos de 18 años en todo el inmenso hospital.

Harry estaba ahí debido a que se sentía muy mal, pero aún no sabían el porqué de su malestar.
El ya había pasado ahí 7 meses y aún no encontraban la causa.
Pero parecía que ya estaba mejorando, pues ahora solo se le bajaba la presión una que otra vez.
Aún así no podían darle de alta hasta encontrar su enfermedad, ya le habían hecho un montón de análisis y seguía siendo un total misterio.

Había pasado una semana y ya faltaba poco para que cumpliera un mes en ese infierno, que ahora, no era tan malo debido a Harry.
El era muy divertido y simpático.
Platicábamos todos los días pues no teníamos nada mejor que hacer.

—Y entonces una vez en la secundaria esa estupida maestra llego y- —Me estaba platicando una historia de cuando era mas pequeño, pero el sonido de mi teléfono lo interrumpió.

—Lo lamentó, debo responder, ¡es Tom! —el asintió y salió de la habitación, dijo que iba por unas papitas a la máquina. Yo ya le había platicado de Tom a Harry y el dijo que era muy malo para mi y bla bla bla.
Jamás le haré caso.
A quien no le había platicado de Harry era a Tom... no lo vi muy necesario, eso es todo.

—¡Hola linda! ¿Cómo estás?

—Muy bien Tom, ¿y tu?

—Ocupado como siempre, ya sabes. —No, no lo se. ¡Dime con quien me estás engañando!

—Si... te entiendo. ¿Que haces?, se escucha un poco de ruido en el fondo. —Pregunté ansiosa.

—Oh, estoy con unos amigos, en casa de Megan. —¿Megan?... ¿Quien es Megan?.

—Ya veo. ¿Quien es Megan?— cuestione un poco (muy) celosa.

—Mi mejor amiga, ¿no te había dicho? Creí que si, es la razón del porque he estado tan ocupado, bonita.

—Mmm no me habías dicho... ¿y porque pasas tanto tiempo con ella?—Seguí con el interrogatorio.

—Pues porque acaba de volver de su internado. ¿Estas celosa, Sam?— Pregunto en un tono burlesco.

—¿que? No... para na- —me interrumpió el sonido de la puerta siendo abierta por Harry.

—¡Hey Sam!, Ya traje las papas, ¿lista para ver Titanic y llorar junto a mi?, o acaso sigues hablando con el cara de nalga. —Cara de nalga era un apodo que le había puesto Harry a Tom.
Solía ser gracioso pero en este momento era todo lo contrario.
Sacudí mi mano para ver si Harry captaba la indirecta de que saliera pero no capto nada de nada.

—¿Quien está en tu habitación y porque me llamo cara de nalga? —Pregunto Tom y soñaba enojado.

—Oh... amm, el es mi amigo. Su nombre es Harry, y el no te llamo cara de nalga... tal vez escuchaste mal. —intente arreglar la situación.

—Mmh... yo se lo que escuche.
Esto no se quedará así... Bueno, me tengo que ir, diviértete con Harry. —Dijo y no me dejo decir nada más porque corto la llamada.

—Carajo... creo que la cague. ¡Ups! —Dijo y no parecía arrepentido, pues empezó a caerse de la risa.

—¡Maldito hijo de puta! —Grité y comencé a corretearlo por todo el cuarto, sin mucha ventaja, ya que yo tenía mi pierna enyesada.

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¡Holaaaa!
Cap corto.

Gracias por los mjs bonitos que dejan se los agradezco mucho 😭💗.

Ya actualice la parte de "Cast" para que se den una idea de cómo es el personaje de Harry, o también pueden imaginárselo como ustedes quieran, no hay problema 😘.

¡Hasta luego!

💕 NO SE OLVIDEN DE VOTAR 💕

What are the chances? - Tom kaulitz - Donde viven las historias. Descúbrelo ahora