4
Alex
Vivir fuera de la casa de mis padres me facilitaba mucho. Llevaba la vida que quería, podía sentirme libre la mayor parte del tiempo y cuando no iba a las carreras en la ruta, la velocidad y el aire chocando conmigo me brindaban calma.
Había pasado ya un día desde que mis padres habían decidido hacer un viaje que no me interesaba en lo absoluto, pero al que tendría que ir dentro de dos días.
Al revisar el móvil tenía un mensaje de Josuan.
[Hay carrera hoy por el cumpleaños de Iván]
Era justo lo que mi cuerpo pedía, necesitaba despejarme por lo que se me venía encima y disfrutar lo que quedaba de mí en ese mundo, así que confirme mi presencia esa noche.
Había llegado a ese mundo solo, me gustaban las motos, las altas velocidad, las fiestas, las mujeres y ese mundo las tenías todas. Conocí a Josuan en la universidad hace un año, se veía un chico tranquilo, pero bien dice que las apariencias engañan, a él también le gustaban mis mundos, no pertenecía a una de las familias más influyentes, pero no era ningún arrastrado sus padres eran dueños de una cadena de restaurantes.
Pase la tarde revisando la moto, no podía darme el lujo de que fallara algo, necesitaba alejarme de todo.
A las 11:00 pm llegué a casa de Iván, eché un vistazo a mi alrededor y lo que vieron mis ojos me dejaron en shock. Que hacía una chica como Amara aquí, era una niñata engreída de papi, estudiosa, preocupada, niña de casa, ella no pegaba aquí, pero tal parecía que estaba en su ambiente y por la forma en la que bebía le daba una hora para que estuviera borracha y este no era el mejor lugar para quedarse uno inconsciente y menos sí eras mujer.
La vi bailar como si se le fuera la vida en ellos, se notaba que le gustaba, no dejaba que nadie se le acercara, y se subió en una mesa a seguir con su baile sin que nadie la molestará.
No podía dejar que me viera aquí. Nadie de mí mismo estatus podía saber que estaba aquí y mucho menos ella, no la conocía lo suficiente como para saber si se quedaría callada.
Salí de la casa cuando llegó la hora de ir al lugar donde se hacía la exhibición y la carrera. Me monto en la moto y esperé por Josuan.
—¿Qué hace ella aquí? —pregunte refiriéndome a Mara.
—Vino con Sue, su amiga —me respondió—, es la chica que te dije que invitaría esta noche.
—No puede volver a venir —dije negando—. Este no es su mundo.
—Permíteme contradecirte en eso, amigo —dijo con una sonrisa—, pero esa chica encaja perfectamente aquí. Es sutil, nada pija, le gustan las fiestas,
bailar y por lo que dicen las dos le encantan las motos, no es a la primera exhibición que viene, aunque claro si es la primera ilegal, esa chica es divertida, espontánea, tiene respuesta para todo —parecía que me describía a alguien totalmente diferente a lo que yo conocía— ¿De dónde las conoces?—Amara es hija de unos de los amigos de mis padres —le conté a la par que recordaba la forma como la había conocido y me había llamado jardinero—. La conocí justo ayer, antes que nuestros padres se fueran de viaje y me llamo jardinero, la niñata de los cojon*s.
Josuan reía por lo último que le había contado, y se subió en la moto para irnos. Media hora de viaje después habíamos llegado y antes de que desapareciera a organizar lo que faltaba.
—No le quites los ojos de encima —aunque le gustara todo esto, este no era lugar para una niña de bien—. Sabes cómo funciona esto, no dejes que se metan en líos.
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Fuimos Canciones
Teen FictionAlexander McCasthy parece tenerlo todo en la vida: amigos, éxito con las mujeres y una actitud segura y confiada que lo ha llevado a conseguir todo lo que desea. Sin embargo, todo esto cambia cuando conoce a Amara Grandstaff, una mujer completamente...