¿Envidia?

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Mientras salía del baño, y secaba su cabello, la joven Addams se mantenía pensativa, más allá de sus preocupaciones normales, había algo en su mente que estaba tomando su atención de las prioridades en ese día.

Luego de asear el departamento, y preparar su desayuno, se marchó a la editorial de su libro, condujo tranquilamente, otra cosa que era extraña en ella, solo para que le dé tiempo suficiente de perderse en su mente un poco más antes de llegar.

¿Que la tenía tan distraída?

Pues una notícia no muy agradable de parte de su madre, por lo que ahora sentía que su pasado estaba comenzando a perseguir sus pasos.

“Él a comenzado a trabajar con tu novia”

Fueron las últimas palabras en esa conversación de 37 segundos con su madre, y las recordaba bien. Mientras Enid estuviera ocupada en la heladería el día de hoy, ella debía resolver algunos cabos sueltos en su propio trabajo para luego regresar a casa, lo estaba añorando, de alguna forma quería que Enid volviera y perderse en la calidez de su cuerpo.

Estacionó el coche y bajó de el, entro al lugar que estaba tan agitado como cada día de la semana y se dirigió sin mirar a nadie hasta la oficina principal.

— Addams, ¿Te tomaste tu tiempo para venir hoy? — Su agente de publicidad siempre estaba detrás de ella, era la cara de su propio libro aunque no lo quisiera, y solo era así, porque su rostro vendía más que cualquier portada — Hoy solo firmaras los papeles de colaboración con Marck Gill, y puedes volver a casa.

— ¿Es todo lo que necesitas de mí hoy?

— Lo dices como si te explotara de manera laboral — Tras una pequeña risa honesta y risueña, el sujeto volvió a mirarla — Te mereces algo de descanso, después de todo estás haciendo un excelente trabajo con las entrevistas y viajes de improviso, por eso te dejaré descansar.

No era lo que esperaba escuchar, después de meses con la misma rutina sofocante, ¿porque cuando no quería pensar en su vida personal y solo ahogarse en trabajo sucedía esto?, Firmó los papeles de colaboración y distribución equilibrada de méritos y derechos de autor, volvió a coger su pesado saco y salió de la oficina, sin decir más.

Mientras caminaba por el alborotado pasillo saco su celular y envío un mensaje rápido a Enid.

“Estaré en casa temprano hoy”

Tras eso, sin esperar una respuesta, volvió a guardar su celular y entró al auto, condujo más rápido está vez, y se decidió a comprar hojas para centrarse en su escritura el día de hoy, apretaba el volante con fuerza, sentía aquellos días de niñez revolver su cerebro para que no se aleje de su línea de pensamiento, se detuvo de frente cuando el semáforo se tornó rojo, percatándose de que había perdido el control, y las personas miraban su auto con cierto temor y disgusto.

“¿Porque ahora?” pensó, dejando caer su cabeza hacia el volante y apoyando su frente en el.

Estaba ligeramente sudada, aquellos recuerdos eran más dolorosos que recibir puñaladas, el semáforo volvió a verde y retomó la marcha, llegó a casa y llevo su mano hasta su frente dando un pequeño golpe, había olvidado las hojas, tendría que usar ese asqueroso aparato que Enid llamaba laptop para escribir el día de hoy.

Aunque casi no había hecho nada más que ir y venir de su trabajo, se sentía sucia, agotada, se quitó sus prendas y volvió al baño, se sumergió en la tina con agua tibia hasta el cuello y cerró sus ojos, desearía no haber escuchado a su madre, desearía no tener que volver a pensar en él como si fuera un mal augurio, pero talvez lo que la tenía tan nerviosa era el hecho de que él estaba conviviendo con Enid, con su dulce chica, su tierna Omega, le desagradaba horrores que estuvieran juntos, y no sabía si él la conocería, si sabría su conexión con la chica Addams, o si llegaría a formar lazos con ella.

Salió del agua cuando esta comenzó a estar fría, y se colocó una prenda cómoda, tomó aquel detestable aparato y se sentó en la mesa del comedor, dejó ir cualquier pensamiento innecesario y comenzó a teclear, no supo en que momento transcurrió tanto el tiempo, que Enid estaba devuelta.

Claro que no lo notó hasta que la menor besó dulcemente su mejilla llamando su atención.

— Estoy en casa — Su sonrisa calmó de golpe los pensamientos de la Addams, todo lo relacionado con su tortura mental se desvaneció cuando aquellos labios rozaron los suyos.

— Bienvenida, Cara mía — Enid dejó de lado su pequeña cartera y se sentó a horcajadas encima de ella, Merlina no se quejó, de alguna manera esto era lo que necesitaba, el cuerpo de su novia ejerciendo presión sobre el suyo, la falta de aliento en aquellos besos hambrientos y su olor a fresas acariciar su nariz, era exactamente lo que buscaba.

Enid dejó escapar un gemido cuando los labios de la morena chuparon la piel de su cuello, las manos de Merlina sostenían firme su cintura, para que no se moviera y su lengua saboreó la piel ligeramente salada de su novia, mientras continuaba repartiendo besos por su pecho un poco descubierto, un olor que despertó demonios en su mente perturbó el momento, alejándose de su pecho.

— ¿Ocurre algo? — Enid estaba sorprendida por el comportamiento tan repentino de su Alfa, acariciando su mejilla para buscar otorgarle algo de comodidad.

— ¿Quieres que te prepare un batido de sesos con leche? — Preguntó, intentando cambiar el pesado ambiente que había creado.

— ¿Te refieres a un batido de frambuesa con leche? — Una risa acarició su garganta por la forma peculiar de su novia al expresarse, la verdad amaba eso — Me encantaría.

— Bien — Merlina quitó a su novia de encima para ponerse de pie, alejando su cuerpo de Enid, quien rápidamente se arrepintió de su decisión.

Luego de darse un breve baño, Enid se dirigió a la cocina para encontrar su batido de frambuesa al lado de su cena, Merlina había vuelto a su mesa para continuar con su trabajo, y por lo concentrada que la vió, decidió no molestarla más.

Aunque había algo extraño.

— Sabes....— Escuchó la voz de Merlina mientras cenaba, dirigiendo su atención a ella — Hay un olor poco perceptible en ti, que me es familiar.

— ¿En serio? — Merlina pudo notar la incomodidad que aquella frase había producido en Enid — ¿A qué te recuerda?

— A un viejo amigo — ¿Amigo? ¿Merlina realmente podía decir que aquella persona que estaba consumiendo su poca cordura era su amigo? Podía notar la tensión, y que a su novia no le gustaba para nada el rumbo que estaba tomando la conversación, pero necesitaba saber

¿Porque seguía preocupándose por él aún después de todo este tiempo?

— ¿Conociste a alguien nuevo hoy? —Merlina forzó una respuesta, ahora mismo no sabía si lo que escucharía era algo que quería o no, pero debía saberlo, por el bien de su relación.

¿De su relación?

¿Que ocurriría con su relación si era la persona que creía?

— Así...es...

— ¿Cómo se llama? — Ya solo le restaba aceptar la realidad.

— Es un Omega, no creo que te interese...

— Enid, dime su nombre.

Era extraño que hasta Enid se resistiera a darle a conocer el nombre del sujeto, pero seguía siendo necesario, eso quería creer, y no que estaba por cometer un error.

— Joel, su nombre es Joel...

— Joel Glicker...

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*Bosteza* bueno me voy por otros 5 días xD

Nos vemos carapachitos ✨🫂

Bay bay 👋🤌🧐

Mía 🖤 WenclairDonde viven las historias. Descúbrelo ahora