Final: Una vida juntas♡

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×Merlina×

Luego de mudarnos de la ciudad, Enid y yo nos establecimos en una mansión a las afueras, fué un obsequio de mis padres por el cachorro, deseandonos prosperidad.

La mudanza marchó de buena manera, sin complicaciones ni problemas, todo parecía ir bien, y de cierta forma estaba agradecida por ello.

Pronto Enid comenzó a cansarse más seguido, a tener dolores en todo su cuerpo, y rechazar alimentos, eso me mantenía a mi más preocupada que antes, estaba alerta a lo que se le pudiera ofrecer, y también a cuidarla como su Alfa, la necesidad de tenerme cerca la volvió muy pegajosa, y a la vez agresiva.

— Enid, debo prepararte algo, a penas has comido hoy — Se removió en su lugar encima de mi, buscando mi cuello, y olfateando detenidamente mi aroma.

— Estoy bien — Murmuró débilmente.

Por lo que pude investigar, las últimas etapas del embarazo en Omegas, estos suelen demandar más atención, más tiempo junto a sus Alfas, y más mimos que antes.

No estaba en contra de compartir ese tiempo junto a ella, pero no voy a alimentarla sentada a su lado acariciando su cabeza.

Claro que intentar alejarme significa ganarme un gruñido rabioso de dicha Omega a la que no le agrada que me aleje mientras está concentrada en mi.

Mientras Enid dormía, cosa que pasaba gran parte del día haciendo, yo trabajaba en la habitación de nuestro cachorro, no tenía ni idea de si sería niño o niña, por lo que opté por pintar la habitación de negro, claro que luego lo pensé mejor y la pinte de amarillo.

Tras haber pintado la habitación como 5 veces de diferentes colores, decidí dejar el morado, las latas de pintura ya no entraban en el suelo.

Recibíamos visitas constantemente, la mayoría eran de Yoko y Divina que se aseguraban de que Enid estuviera bien, y no fuera demaciado difícil para ella, Yoko solía pasar el tiempo conmigo en las visitas, indicándome que hacer para hacer sentir más cómoda a Enid en esta etapa, y enseñándome técnicas para no desmayarme.

Esa última práctica no la entendí, pero ella insistió en que aprendiera.

Cuando el momento llegó, y Enid estaba sufriendo, mi lobo solo podía aullar desconsolado mientras conducía rumbo al hospital, lo hacía porque no le gustaba ver a Enid así, y a mí tampoco.

Al llegar, Yoko y Divina ya estaban en el hospital, pues vivían en la ciudad, era más cerca, Yoko tuvo el presentimiento de que hoy era el gran día, y despertó a Divina en medio de la noche para conducir hasta el hospital.

Estaba sentada, con mis brazos cruzados, mirando directamente hacia la sala de partos, mi pierna se movía de arriba a abajo, rápidamente, pero mi rostro no reflejaba inquietud, mi amigo Eugene y los demás se unieron a nosotros al cabo de unos minutos, y cuando las puertas de la sala de abrieron, fuí la primera en acercarse.

— ¿Señora Addams? — Preguntó el doctor, asentí levemente, sintiéndome mareada cuando escuché el primer llanto resonan desde el interior de la habitación.

Me tambalee, y Yoko puso una mano en mi espalda, mirándome.

— Bien hecho, no te desmayaste — Me felicitó, palmeando mi hombro, y dándome un ligero empujón hacia la habitación, para que entrara.

Sentía mi respiración volverse más agitada, el aire que entraba a mis pulmones parecía pesar cada vez más, y la distancia entre la cama donde estaba Enid, sosteniendo a nuestro cachorro, y yo, parecía enorme.

Apenas estuve cerca ella tomó mi mano, llevándola a su rostro, permitiéndome acariciarla, parecía agotada, y solo pude susurrar un gracias, antes de dejar un beso en su frente.

Pequeños sonidos que parecían sacados de uno de esos programas infantiles me estremecieron, mirando en sus brazos a la pequeña criatura espeluznante que sonreía mientras sujetaba sus manitas, su cabello negro y rosadas mejillas eran hasta ahora lo más....hermoso que he visto en mi vida.

Enid me dejó cargarlo, lo sujeté lo más cerca de mi pecho y lo más fuerte que podía debido a su tamaño y a lo débil que era, un sutil aroma a miel me empalago el gusto, pero parecía feliz, sonriendo si parar, como si supiera quién soy...

— Enid — Llamé su atención, acercando mi rostro al de mi cachorro, quien sujetó como pudo mi nariz en sus manitas, y yo no pue evitar, por más que me contuve durante todo este tiempo en...en...llorar — ...Gra..cias.

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Se me ocurrieron unas ideas bien mamonas para el Merlina Top 🛐

Esperenlo 😏

O no 🥺

Nos vemos luego chicos ✨

Bay bay 👋🤌🧐

Mía 🖤 WenclairDonde viven las historias. Descúbrelo ahora