PRÓLOGO

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—Señor me está escuchando?

Jungkook parpadeo un par de veces para después dirigir su mirada a su secretario namjoon, aclaro su garganta y acomodó su saco de vestir negro.

—Lo siento, podrás repetir lo que dijiste.

Nam suspiro preocupado, su jefe nunca actúa de esa forma tan distraída y poco profesional.

-Señor se que está cansado, no sería mejor si toma un descanso, puedo mover su junta de hoy para mañana.

—No, es una junta muy importante para la empresa y para mí, no puedo darme el lujo de cancelar con los inversionistas por algo como eso, ahora dime qué es lo que me comentaste hace un momento.

—Como usted diga -suspiro- El señor Seok quiere tener una junta mañana a primera hora, es con respecto a su padre.

—Carajo -froto su rostro con frustración- dile que no tengo tiempo para eso.

—Lo se señor pero, si usted no asiste me dijo que vendría el aquí

—Yo me encargo de eso, -jungkook miro la hora 2:30- la junta con los inversionistas es?

—En media hora señor

—Bien, pues salgamos de un vez

Jungkook salió de su oficina con su asistente detrás de el, ambos subieron al Mercedes Benz en el cuál namjoon iba de piloto.

...

Suspiro una vez más.

—Nam, por qué tardas tanto, es de suma importancia llegar

—Lo se señor pero el semáforo está en rojo y aquí están aquellas personas que bailan para ganarse unas monedas para comer

Jeon miro al frente deleitándose con aquel chico que bailaba alguna canción que no conocía. Su cabellos negros se movían con cada moviendo que hacía. Vaya pensó. Cuando el semáforo casi estaba en rojo el chico se recargo en su auto con total comodidad. El chico corrió hasta la ventana el conductor dando tres toques en esta.

—Hola -sonrió- tiene alguna moneda que pueda darme?

Jungkook miro al chico por la ventana del piloto.

—Solo dale un billete al mocoso y vámonos, Nam tengo prisa.

Taehyung miro al hombre detrás. Vaya pensó.

—Toma muchacho -le extendió el billete y este lo tomo- eres una gran bailarín

Y el carro siguió su camino dejando a un chico con un billete de 100 wones.

Y el carro siguió su camino dejando a un chico con un billete de 100 wones

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LOS SUEÑOS DE PRIMAVERA Donde viven las historias. Descúbrelo ahora