53

341 29 28
                                    

Los próximos días Mauro se había dedicado a acompañar y consolar a su novio sobre todas las cosas. Su bienestar era lo principal en su vida.

El funeral fue tristeza pura, Tiago intentaba esconder sus lágrimas y sollozos mientras que Mauro le decía que no finja porque era peor guardarse los sentimientos. Tenía razón.
Al finalizar el rubio buscaba a su novio. Ya no había nadie en el cementerio, todos se estaban yendo.
Empezó a desesperarse buscándolo, hasta que lo encontró sentado en canastita frente a la tumba de su padre.
Suspiró con tranquilidad y se acercó.

—Yo-yo pensé que ibas a estar conmigo hasta siempre pa… ahora que nos estábamos llevando re bien… t-te juro que pensé que mi vida iba a ser todo lo que soñé algún día… pero… pero vos no estás más…— Dijo entre desgarradoras lágrimas. —Te voy a extrañar mucho… y aunque nunca te lo haya dicho, te amo mucho pa, espero descanses en paz.

Mauro estuvo a punto de largarse a llorar. Mentira, si se largó a llorar.

—Espero que el mundo allá arriba sea mucho mejor… no como acá que todo son problemas… yo te juro que no sé que haría si no tuviera a Mau y a mi vieja. Aunque… me estaba empezando a sentir completo cuando te sumaste a mi vida como mi papá de verdad. No sé qué mierda hicimos de mal como para que nos pase esto…— Hizo una pausa limpiando sus lágrimas.—Te prometo que voy a salir adelante junto a las personas que me aman… por vos pa… por vos que aunque te hayas hecho el difícil mucho tiempo sé que me querías bastante.

El rubio no pudo contener el llanto y eso hizo que Tiago lo escuchase y girara la vista.

—Uy, perdoname amor no sabía que estabas.— Se limpió las lágrimas.

Mauro negó. —No, perdoname vos… no debería estar escuchando.

—No pasa nada mi amor, de verdad. Ya está, vamos, ¿sí?— Se puso se pie y lo tomó de las manos. —No llores Mau que me muero.

El nombrado sonrió levemente. —Te prometo que vas a estar muchísimo mejor, casquito.— Lo abrazó rodeando su espalda.

Un mes después, se encontraban ambos en la pileta de Tiago. Estaban tomando sol apoyando los codos en el borde.

—Que año loco, ¿no?— Dice el mayor.

—Sí mal…

—Pasaron más cosas en este año que en toda mi vida.— Sonrió. —Pasó lo más lindo de mi vida… ¿sabés que es?— Lo miró con una sonrisa.

—No digas que soy yo.— Bromeó.

—Ni ahí tarado, fue haber pasado de año en la facultad, fue el año más difícil de todos.

Mauro rió. —¡Maldito!

—JAJAJAJA mentira mi amor, sabes que vos fuiste y sos lo más lindo de mi vida.— Se movió y lo abrazó por detrás. Dejó un besito en su hombro.

—Igual este año si fue loco. Primero… lo más importante… nos hicimos novios, nunca en la puta vida se me hubiera ocurrido que eso pasaría.— Dijo el rubio.

—Es muy loco amor, pero es literalmente lo mejor que me pasó.

—Amor te pusiste medio cursi, ¿no?— Se dió vuelta y quedaron cara a cara bastante de cerca. —Como si fuera que esto se va a terminar, como si fuera el último capítulo.

Tiago soltó una carcajada.

—¿Qué te fumaste? Esto no va a terminar nunca mi amor.

—Más te vale casco. Esto termina cuando los dos tengamos la piel bien arrugada y el corazón a punto de dejar de latir, ¿estamos?

—Amor esto va a seguir hasta la otra vida, no va a haber fin. —Le acarició la mejilla. —Te amo.

—Yo más.— Agarró su cuello y lo besó en la boca.

—Bueno bueno bueno, haber si nos separamos un poquito…— Dijo Mónica entrando con una bandeja con cuatro copas llenas.

Los chicos dejaron de besarse y la miraron abrazándose.

—Traje algo para tomar, reyes.— Apoyó la bandeja en una mesita y les alcanzó una copa a cada uno.

—Gracias.— Dijieron ambos.

Se acercó Fernanda con una sonrisa.

Ellas se sentaron en unas sillas de tomar sol y los chicos todavía estaban en la pileta.

—¿Brindamos?— Dice Fer.

—¿Por?— Dice Mauro.

—Yo creo que por nosotros, que a pesar de todo seguimos unidos.— Responde Mónica.

—En especial ellos están unidos.— Susurra bromeando Fernanda.

—¡Mamá!— Protesta Mauro.

Rieron y se acercaron para brindar.
Luego de tomar un trago Tiago le dió un beso en la mejilla a su novio mientras lo abrazaba de lado.

Mauro sonrió y dejando la copa en el borde lo abrazó aferrandose a él.
—Te amo casquito amor de mi vida.— Le dijo en el oído. —Gracias por estar conmigo, me haces muy feliz cara de pan.— Depositó un beso en su cuello.

Tiago sonrió completamente feliz.

—Hermoso mío…— Lo abrazó. —Te amo.






















Fin.😞



"Como de telenovela" | «Litiago»Donde viven las historias. Descúbrelo ahora