HEAVEN | Hazel vive una vida muy alocada pero cuando se trata de meterse en problemas prefiere evitarlos.
Durante sus años en Hogwarts conoce a ese muchacho de Hufflepuff, del cual jamás se le pasó por la cabeza que sería una de las personas más imp...
TANTO NEVILLE COMO YO miramos el arte que hicimos frente a nosotros.
Y por arte me refiero a un pastel hecho por nosotros sin magia con el rostro de santa Claus con los ojos sobre donde debería ir la boca y las cejas como un mostacho perfecto.
—¿No crees que Emma se de cuenta?
Negué, ella nos había encargado el pastel para la cena de esta noche.
—Entrar en crisis es una opción— respondí.
—Me gusta la idea, ahora... voy a entrar en pánico— se colocó frente a mi —Uno... dos...-
—Neville, si tengo que cortarme una mano con tal de que nadie se entere lo haré, así que eso va para ti también, si le dices a Emma o a la abuela te corto una mano.
Abrió los ojos tanto como pudo —Pero tampoco tenemos que recurrir a la violencia.
—Lo hare si vas de chismoso— lo señalé.
—¿De chismoso? ¡Se van a dar cuenta en cuanto lo vean!— señaló.
—No si... tengo una idea, espera aquí.
Despues de dicho aquello salí lo mas rápido posobie. Pronto noté que en el árbol de navidad ya había regalos debajo, este brillaba en luces de colores con varias decoraciones y con un santa Claus que volaba alrededor de este.
—Es lindo— opiné.
Cedric, quien se encontraba caminando con una caja en brazos me observo con atención.
—¿Yo o el árbol?
Lo miré con una sonrisa, mientras evitaba soltar una carcajada.
—Ambos— le respondí —Necesito ayuda.
Él me miró con rapidez al notar mi tono de voz, mientras Emma bajaba las escaleras con otra caja.
—¡Uh, esta tiene más decoraciones que el árbol del año pasado!— dijo ella.
Miré a Cedric con los ojos bien abiertos, dando a entender la gravedad de mi pánico así que dejo con cuidado la caja sobre el suelo y se giró a Emma.
—Eh, Emma, ¿Le parece si voy y ayudo a Hazel y Nev con el pastel?
Ella asintió, entonces tome la mano de Cedric y lo jale hasta la cocina.
—¿Traes tu varita?— ataque.
—¿Disculpa?
Rodé los ojos con una sonrisa en mis labios —No hablo de eso, tu eres mayor para el Ministerio así que puedes hacer magia afuera del colegio, ¿No?