HEAVEN | Hazel vive una vida muy alocada pero cuando se trata de meterse en problemas prefiere evitarlos.
Durante sus años en Hogwarts conoce a ese muchacho de Hufflepuff, del cual jamás se le pasó por la cabeza que sería una de las personas más imp...
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HEAVEN ━━━━ ★ ━━━━ ⌇ ☾ ❪ chapter fifty-seven ❫ ೋ ۫ ₊˚ cookies and tea ˚₊ ۫ ۫
Los días pasaban tan lento estando alejados del mundo mágico, me había empezó a acostumbrar a solo utilizar mi varita para hacer hechizos simples cuando me encontraba aburrida. No había recibido tampoco noticias de Cho, de Neville o de alguien más, lo cual empezaba a preocuparme un poco.
—¿Qué quieres cenar?— inquirió Cedric, al verme sobre el sofá, mirando el libro flotar arriba de mi cabeza.
—Lo que sea está bien— encogí mis hombros, una distracción más y el libro caería en mi rostro —Uh, menos pollo, odio el pollo rostizado.
El chico asintió, estuve apunto de levantarme a ayudarle cuando la puerta recibió varios golpeteos y el libro cayó en mi cara, golpeando con fuerza mi nariz. Sostuve de mi rostro, creyendo que la nariz me sangrada pero nada, ni siquiera la frente, que se llevó el mayor golpe.
Cedric corrió hasta la puerta, tratando de ver algo por las ventanas pero temía asomarse tan bien que lo vieran y atacarán. Sostuve mi varita con fuerza con una mano y con la otra tome el pomo de la puerta, mirando a Cedric.
El chico asintió y abrí la puerta de golpe, lista para atacar. Sin embargo, me paralice cuando vi a Milan, bastante asustada para poder mirarnos bien.
─Merlin, gracias─ solto en cuanto abrí.
La miré confundida, dándome cuenta que no era la única desconcertada, Cedric estaba tan atareado como yo, pero aún así, nos hicimos a un lado para dejarla pasar.
—¿Qué ocurre? ¿Está todo bien?— le ataca Cedric.
Señaló con mi mano la sala y los tres nos encaminamos rápidamente. Mientras tanto Milan se acomoda la ropa y nos mira a ambos.
—Me separé de Harry y los chicos…tuve que huir, o llegarían a él y… vine aquí porque no sabía a que otro lugar ir.
Negué —Está bien, Milan, ¿a quién te refieres con que llegarían?
—Creo que es mejor si nos calmamos— añadió Cedric y asentí de acuerdo, ya que Milan parecía no poder hablar.
—¿Quieres té?— le ofrecí —Tengo un poco de harina, Cedric puede hacer galletas.
Milan asintió repetidas veces, sujetandose el brazo ─. ¿Tienen vendas? Los hechizos de curación aún no me salen bien.
Cedric corrió hasta la cocina antes de poder escuchar aquello último, a lo que tome a Milan en un medio abrazo para llevarla hasta la habitación del baño. Milan se sentó en el lavadero, mientras me encargaba de buscar mi varita entre mi ropa.
—Te ayudaré con magia, si estás de acuerdo— le dije.
─ Gracias, creo que es lo mejor.— acepto, quitandose con cuidado la chaqueta y sacando a la luz un corte de unos diez centimetros, que empieza desde su muñeca ─. Un vidrio lo hizo, mientras huia.
