Tribunal de San Petersburgo — July 13, 2017 / 07:43
—¡Debe ser una estúpida broma!
Mila Babicheva se puso de pie y caminó con sus brazos cruzados. El traje que llevaba puesto era negro, que consistía en un pantalón de sastre junto a un saco del mismo tono que dejaba al descubierto la curva de su escote. Debajo del saco no había camisa, así que sus turgentes senos se asomaban con avidez. Dio una vuelta más antes de enfrentarse a los tres alfas en la mesa, acompañados con tres abogados: Georgi Popovich representándola a ella, Yakov Felstman por la parte defensora, y una tercera, la fiscal Anya Borisovna, representando los intereses de Víctor Nikiforov. Era una alfa cuyas uñas se notaban afiladas a distancia, con el cabello en sinuosas curvas que caían hasta su cintura.
—¿En verdad creen en toda esta mentira? —gruñó de nuevo, alterada.
—No es una mentira, Mila —argumentó Víctor, tratando de hacerle entender—. Confío en la palabra de Sara, me ha parecido algo inaudito, pero tiene pruebas de ello.
—¡Oh! ¡Pero qué casualidad que han encontrado algo como esto! ¡Justamente para hoy! —Mila se detuvo frente al alfa y abrió sus piernas para enfrentarse con orgullo mientras este permanecía sentado sobre aquella silla reclinable. Alzó su mentón y le miró con desprecio. Ella sabía que era el alfa con mayor antigüedad con Yuuri, obviamente que trataría de todos los modos de liberarlo de sus garras—. Conozco a la calaña como tú, Víctor Nikiforov.
—Vas a perder el juicio si no lo haces, Mila. Todos lo haremos. El abogado Felstman tiene testigos que demostrarán lo que Yuuri dice. —La voz de Víctor sonó pausado, pero se veía irritado con toda la situación—. Dejemos esto hasta aquí, hagamos un acuerdo y saquemos a Yuuri de todo esto.
—¡Yuuri les ha lavado el cerebro! —emitió con desprecio a los tres—. Es cierto lo que dicen, ¡los alfas masculinos piensan más con su maldito pene!
—¡Maldita bruja! —Yuri arremetió, incapaz de permanecer callado un minuto más—. ¿Acaso quieres permitir que Yuuri siga sufriendo todo esto?
—¿Acaso no sientes lo mal que la está pasando? Si realmente lo marcaste, puedes sentirlo...
—¡Entonces que diga la maldita verdad! ¡Que escoja a uno de nosotros! —Mila se llevó las manos ansiosas hacia su cabello—. ¿Creen que para mí es fácil esto? ¡He estado enamorada de Yuuri desde que trabajaba en Japón! Cuando supe que tenía ya su alfa estaba convencida de que no pasaría nada, ¡hasta que logré verlo! Al saber que era mi destinado.... y que estaba tan asustado, claro que le di todo mi apoyo... ¡Para que luego me saliera con esta falacia!
—¿Crees que Yuuri nos está mintiendo, a todos? —La voz de Víctor resonó teñida de furia—. ¿En verdad lo crees? —bramó.
—Prefiero creer eso antes que admitir que mi lazo es menos importante que cualquier otro.
Mila salió del despacho, junto a Georgi, dejando en evidencia que la negociación no sería posible. La hora de la sesión llegó y todos los involucrados estaban posicionados en su lugar. Víctor al lado de Anya, observaban con impotencia el estrado, mientras los oficiales acompañaban a Yuuri hasta el asiento en la defensa que debía ocupar. Durante la entrada del omega, las burlas y los insultos por partes de los alfas asistentes no dejaron de escucharse, pero Yuuri no levantó el rostro. Se sentó en silencio al lado de Yakov y con el fuerte golpe del mazo, inició.
La parte acusadora llamó al estrado a Otabek Altin, uno de los alfas que había estado con el acusado Yuuri Katsuki. Georgi estuvo preguntando sobre su tiempo trabajando en el Pub, y como conoció al acusado.
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Juicio de Alfas (YoI)
ФанфикYuuri está metido en un lío legal: cuatro alfas no solo lo señalan como su omega destinado, sino que él mismo sabe que es el destinado de los cuatro. ¿Pero como funciona eso en un mundo donde impera la monogamia?