Tribunal de San Petersburgo — July 13, 2017 / 10:54
Los pasos de Víctor se movieron con parsimonia en el lugar. Todo él mostraba la imponencia de su status no solo como alfa sino como uno de los hombres del negocio de la moda más reconocidos en Rusia. Conocían también su relación con Yuuri, había formado en algún momento parte de los chismes amarillistas de las revistas de curiosidades. Sin embargo, ahora el caso estaba en la boca de todos, en primera plana, y Víctor sentía los flashes cayendo sobre él mientras atravesaba el estrado.
Su saco gris claro le daba profundidad al tono azul de sus ojos, una fina elegancia que intentaba maquillar lo desmoralizado que se encontraba no solo con el escándalo, sino con lo que ocurría en su vida sentimental. Los mechones de su cabello claro atado en una cola baja escapaban de su prisión y Víctor no se sintió con ánimos de apartalos. Poco podía ocultar lo hundido de sus ojos y lo opaco de su mirada.
El abogado Popovich ajustó el botón de su saco fino de tono azul índigo, y caminó con elegancia hasta donde Víctor acababa de dar su palabra de decir solo la verdad. Le miró con confianza, pero el alfa no dijo nada.
Las preguntas iniciaron con el relato de cómo se habían conocido, cuánto tiempo llevaban de relación y qué ocurrió cuando supo sobre los otros alfas. Víctor explicó la manera en que había conocido a Yuuri, tal como Yuuri ya se había encargado de relatar. También las esperanzas que tenía puesta en su relación y lo mucho que había aprendido a amarlo. Pero era momento de llegar al centro de la querella.
—Entonces, ¿cómo se enteró de la existencia de los otros alfas? —Preguntó Georgi, mientras el jurado estaba atento a las palabras de Víctor y la mayoría de la estancia mantenía un respetuosos silencio.
—Cuando me llegó la citación al juicio. Ante de ello no tenía idea de lo que estaba pasando.
—¿No notó nada extraño en el sr. Katsuki?
—Tenía ya varios meses comportándose de manera extraña. Yo buscaba la manera de entenderlo.
—¿Cuántos meses? —Victor lo pensó, dejando el aire escapar de sus labios resecos.
—Unos tres meses.
—¿A qué se refiere con un comportamiento extraño? —Indagó Georgi. Víctor tomó aire antes de agregar.
—Quería estar menos tiempo conmigo, me pedía que volviera a morderlo cuando estabamos juntos. Llegó a mencionarme de oler a otros alfas. Yo... no pensé que nada malo estuviera ocurriendo más que sus inseguridades, que siempre habían sido parte de nuestra relación.
—¿Puede explicarnos eso, sr. Nikiforov?
—Yuuri siempre fue una persona con problema de autoestima. Precisamente fue una de las razones por la que acordamos que se viera con un terapeuta. Solía preguntarme si estaba seguro de que él era mi omega destinado, se mostraba bastante intranquilo cuando me tocaba viajar. Pero se esforzaba para hacer las cosas bien y no permitir que nuestra relación se viera afectada. En los últimos meses, eso aumentó. Le pedí que fuera más al terapeuta. Incluso le propuse salir de viajes los dos juntos. Quería hacerle ver que yo siempre lo amaría, que nada me alejaría de él.
—¿Qué sintió al saber la verdad?
—Me sentí... traicionado...
—¿Le parece ilógico pensar que sea cierto que él pueda tener cuatro alfas destinados, no?
—¡Objeción, su señoría! —Se levantó Yakov. Yuuri miró con los ojos caídos y apagados hacía Víctor, quien le miraba con profundo dolor aún—. La parte acusadora busca sugestionar al testigo en el interrogatorio.
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Juicio de Alfas (YoI)
FanfictionYuuri está metido en un lío legal: cuatro alfas no solo lo señalan como su omega destinado, sino que él mismo sabe que es el destinado de los cuatro. ¿Pero como funciona eso en un mundo donde impera la monogamia?