Sacudo mi cabeza y me decido a enfocarme en lo que realmente me debe ir, el trabajo, así que prendo la computadora y comienzo a pasar todos mis archivos, revisarlos (ya que estos días no he podido revisar nada), darles seguimiento y corregir ciertas anotaciones. Me levanto, regreso al laboratorio llevándome la laptop para no perder detalle que se deba anotar.
- ¿No quieres ser mejor algo que tenga que ver con las oficinas? – papá me cuestiona aún incrédulo ante mi elección
- Pa- paso el bocado que traigo en la boca, como le encanta tratar todos los temas en la cena- es lo que me gusta y se me da muy bien- mi mamá asiente con una sonrisa divertida
- De verdad se le da muy bien, vieras como ha mejorado mi jardín desde que ella lo cuida- ríe
- Pero eso no sé qué tanto le dé de comer- refunfuña atacando su carne con el cuchillo
- Papi- mi hermana interviene- ahorita con cualquier carrera es lo mismo- se ríe- y a ella- me señala con la mano- si no le funciona un trabajo "serio" siempre puede ser jardinera- todos ríen en lo que yo frunzo el ceño
- Ah, contratada seguro de ti, porque a ti se te mueren todas las plantas- mis padres aprietan la boca para no reírse
- Pues las de los pies no se me mueren- se ufana y entonces si mis papás se atacan de la risa
Sonrío ante el recuerdo, debo decir que no toda mi vida fue horrible al lado de ellos, teníamos muchos momentos así, buenos, incluso varios en donde si nos dirigíamos la palabra mi hermana y yo en este tipo de conversaciones, aunque tampoco es que todo en mi familia fuera color de rosas, digamos que había momentos de todo tipo.
Una llamada me saca de lo ensimismada que estaba en mi trabajo.
- ¿Bueno? – apenas pude picarle y ponerlo en altavoz, tengo las manos llenas de tierra
- Supongo que no has comido aún- la voz es molesta, sin duda no está contenta
- Susana, es temprano- aunque mi panza ruge dándole la razón
- Son las 3- espeta- y si no quieres que yo me empiece a aparecer en tu trabajo para asegurarme que comas, más te vale que pongas alarma para eso- gruñe, me imagino a esa mujer aquí y el miedo me inunda
- Bien, bien- acepto y me detengo de golpe- ¡¿las tres?!- caigo en la hora, veo a mi alrededor y tengo que empezar a recoger, acomodar, llenar las últimas anotaciones
- Si, así que apúrate a cerrar todo tu trabajo por hoy porque tu hermosa sobrina no deja de preguntar por ti- refunfuña
- Bien, gracias, te la debo- solo escucho su risita antes de colgar, así que corro para aquí, acomodo acá, corro para allá y listo, ahora puedo ir por mi sobrina.
Llego a la casa de Susana, toco la puerta, abre Edmundo con una sonrisa y mi sobrina sale corriendo a abrazarme, jamás creí que algo así me hiciera tan feliz, la verdad es que me siento realizada al sentir su abrazo fuerte y el besito que deja en mi mejilla
- Te extrañé- su voz es de emoción- ¿Cómo te fue? ¿Qué hiciste en tu trabajo? ¿jugaste mucho? – me da risa lo merolica que es
- Me fue muy bien- camino con ella en brazos en lo que se acerca Jess a saludarme, bajo a mi sobrina y aprovecho para saludar a los niños, luego a Edmundo- estuve revisando mis plantas
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La razón por la que encontré la felicidad
RomanceDespués de haber tenido la perfecta escusa para huir de casa (una investigación de campo), el tiempo marca que su regreso ya tiene que ser y a pesar de eso, ella lo pospone lo más que puede, sin embargo, las cirscuntancias la obligan a volver con un...