Entramos al vivero y la verdad es que estamos embobadas, no sabía que había crecido tanto, además tiene mucha variedad
- Hay muchas plantas- dice con asombro mi sobrina
- Demasiadas- acepto y nos sonreímos
- Y todas son muy bonitas- asiento con la cabeza- iré a ver esas
- Vamos – tomo su manita y camino a su lado en lo que recorremos el lugar
- ¿Cómo se llama esta planta? – comienza a preguntar
- Peonia – respondo viendo la planta, esa podría ser una para la casa
- ¿Y esta? – señala otra
- Orquídea – comienza a señalar ya sin preguntar- crisantemo, verbena, violeta, begonia, ciclamen, jazmín – frunzo la nariz, siempre he pensado que su aroma es muy fuerte
- Con esa planta sale papá -señala una azulada
- Mmmmm- entonces si se la dio él- azulejo
- Esa quiero- suspiro
- ¿También te gusta? – asiente- ni que hacerle- musito
- ¡Ah! ¿ya te dignaste a trabajar a mi lado? – las dos volteamos no sabiendo quien habla y al verlo sonrío
- Aún no, pero si vengo a ver tus productos- saludo a mi colega Rubén- mira pequeña, él es mi amigo Rubén y nos va a vender las plantas de mejor calidad y sin que estén enfermas- lo veo entrecerrando los ojos en lo que mi amigo se ríe- Rubén, ella es mi sobrina Eliana
- Oh, pero que encanto de señorita, espero seas del equipo de tu tía- y yo casi me atraganto con mi saliva- de las que le gustan las plantas- agrega al ver la carita de mi sobrina y le guiña el ojo
- Si, me gustan- sonríe feliz- quiero esta- señala el azulejo
- ¿Lo van a poner adentro o afuera? – buena pregunta y con la mirada le pregunto a mi sobrina
- ¿En el jardincito? – me pregunta y le digo que si- y ¿podemos poner más plantas aparte de esas?
- Si, se puede- aunque ya me veo teniendo que cuidar bien esas plantas porque es más una jardinera que un jardín
- Si, quiero y las blancas que le gustan a mami- salta feliz
- Azulejos y margaritas- le aclaro a mi amigo que me ve con cara de no creer- ya idearé como ponerlas para que los azulejos no maten a las otras- se ríe- quiero también plantas para interior- se cruza a mi vista una pata de elefante – esa también la quiero- le señala y manda a un chalan para que ayude con lo que voy pidiendo- quiero dientes de león
- Siiiii, ¡se va a poder jugar con ellos! – mi sobrina es feliz
- También quiero de tu mejor tierra
- ¿Macetas no? – niego con la cabeza
- Mmmm, puede que una, quiero plantas en la cocina, ya sabes lo básico: albaca, estragón, eneldo, hierbabuena, cilantro, perejil, laurel, menta, tomillo, pero las quiero todas en- trato de explicarle
- Si, si, ya sé de cuales quieres, por acá hay para que escojan- suspira
- Ah, el otro día platiqué con un amigo de ingeniería hidráulico, me comentó de unos productos que facilitan mucho el riego, igual te puede servir a ti aquí- digo viendo a todos lados sin perder de vista a mi sobrina que no deja de danzar por todos lados
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La razón por la que encontré la felicidad
RomanceDespués de haber tenido la perfecta escusa para huir de casa (una investigación de campo), el tiempo marca que su regreso ya tiene que ser y a pesar de eso, ella lo pospone lo más que puede, sin embargo, las cirscuntancias la obligan a volver con un...