Isabella
- Entonces- mamá se me queda viendo
- ¿Qué? – me le quedo viendo en lo que mastico
- ¿Cómo estás? – pregunta y papá se ríe, de la veterinaria me trajo a cenar, mi hermana no ha de tardar en llegar
- ¿Bien? - ¿está tratando de sacarme información?
- Hola familia- mi hermana entra muy feliz, nos ve sentados y se enfurruña- gracias por esperarme- reclama con una sonrisa irónica
- De nada, siéntate- papá le ofrece
- ¿Qué hay de nuevo? – pregunta mi hermana dejando todo en el pasado y sirviéndose
- Nada- digo bien enfocada en la cena ¡son chuletas dulces! Yomi yomi
- ¿Nada con los animalitos? – mamá pregunta, papá y yo negamos con la cabeza
- Ah- a papá le brillan los ojitos- este sábado irá Eli y compañía a conocer la veterinaria – dice emocionado
- ¿La princesita que conocimos hace tiempo? – mamá le sigue el juego
- Si- papá le responde con una gran noticia
- ¿Y que tiene conquistada a tu hija? – los veo aburrida, ya empezaron
- Si, esa misma, va con los otros dos pequeños y la nueva tía- papá infla el pecho al tener "mucha" información y mi hermana me ve pícara- le haré saber que no puede hacer nada a nuestra princesa- suelta firme y claro
- Si, la princesa- dice burlona mi hermana viéndome acusatoriamente
- Perfecto, entonces el sábado voy, avísenme al hora- dice mamá y todos giramos a verla
- ¿Qué? ¿Por qué? – pregunto y veo su cara, ella lo sabe, yo sé que lo sabe
- Obvia- tose mi hermana entre risas
- Porque quiero conocer quien cuida de Eli- y esa respuesta es la que tendría que darme paz, pero... ¿Por qué no la siento? Ah, si ¡mamá es psiquiatra!
- Perfecto, estaremos todos, porque tu hermana también nos alcanzará, después podemos ir a comer a algún lugar todos y le dices a Susana y Edmundo que nos alcancen o que haremos eso- y ante la emoción de papá ya no me niego, no quiero romperle el corazón
- Perfecto- dice mamá sobando la mano de papá cariñosamente
- Esto va a estar interesante- dice mi hermana y luego bebe un poco de su vaso, estoy en el hoyo
Viernes ya, esta semana se me pasó volando, apenas Miranda y yo pudimos concertar en encontrarnos en el consultorio de mi hermana y estoy aquí esperándolas
- ¿Algo que contar? – comienza mi hermana que se sienta a mi lado
- No, nada- sigo viendo la entrada
- Que ansiosa por que llegue Eli- y si, esa frase lo dice queriendo decir Miranda
- Sabes que amo mucho a Eli- la veo feo
- Claro que lo sé, es la que cada día te trae "cosas muy buenas"- sonríe de oreja a oreja - ¿lista para que mamá sepa todo en cuanto la veas? -la veo sorprendida
- ¿no lo sabe ya? – se ríe
- Yo digo que tiene sus sospechas- me atacan los nervios - yo ya cancelé todo lo que tengo con tal de ver el chisme- se burla

ESTÁS LEYENDO
La razón por la que encontré la felicidad
RomanceDespués de haber tenido la perfecta escusa para huir de casa (una investigación de campo), el tiempo marca que su regreso ya tiene que ser y a pesar de eso, ella lo pospone lo más que puede, sin embargo, las cirscuntancias la obligan a volver con un...