Isabella
- Hola- me dice al volver de dejar a su hermana
- Hola- le doy un besito
- ¿Te quedarás? – se cohíbe un poco, me causa ternura
- ¿Puedo quedarme? – se ríe
- Tú puedes hacer todo lo que desees- me besa
- No me tientes- suspiro
- Pero en silencio- reímos y bostezo
- Me quedo, pero después del desayuno tengo que ir a casa de mis padres- asiente, me toma de la mano y me lleva a su cuarto para dormir, porque capaz que Eli nos visita y nosotros a mitad de.
- ¿Sabes? – le cuchicheo a mi hermana
- ¿Qué tienes un chupetón medio escondido aquí? – señala un poco más debajo de mi clavícula, no debí ponerme esta blusa hoy
- No idiota- respondo poniéndome roja, viéndola con reproche y acomodándome la blusa- ¿cómo te diste cuenta si no se ve? – pregunto después de acomodarme la blusa
- Vi- arruga la nariz- de reojo- se ríe
- Eres bien grosera- mis papás que están ocupados con las plantas se nos quedan viendo y los saludamos
- Cuenta- me dice emocionada y carraspeo
- No era lo que te iba a contar, pero- sonrío, contesta la sonrisa y asiente- fuimos a cenar tacos- se ríe
- Ya te tiene- la codeo
- A un lugar en donde los dueños la conocen de hace tiempo y como no la habían visto la recibieron muy bonito- le cuento emocionada
- Miranda se hace querer, diferente de su hermana y sobrina, pero si- asiento, no lo puedo negar
- Caminamos, bromeamos, es muy coqueta y cariñosa conmigo- la sonsa baja la mirada al chupetón que no se ve
- Me doy cuenta- se burla
- No de eso- digo entre diente- está al pendiente de mí, me da besitos, con sus manos soba mis manos y brazos- le digo soñada- y aún enfrente de los demás no cesa de estar al pendiente y tener detalles
- Mmmmm- hace la onomatopeya- pero siento que te estas saltando y omitiendo pasos- hace media sonrisa
- Ah, después fuimos a mi casa a ver una película, reímos un poco, hablamos, unos besitos y bueno, tu sabes, una cosa llevó a la otra- ¡y que cosas!
- ¿Te complementó bien? – me pregunta burlona; la veo, me ve- oh- se ríe- eso explica eso que tienes aquí- apunta sobre la ropa que tapa el chupetón
- Digamos que este realmente fue un accidente- carraspeo
- Un delicioso accidente- dice mi hermana entre risas
- Pues no tanto como los tuyos- reímos, aquella vez tuve que maquillarle muy bien el cuello- y donde que tú le decías "muérdeme" – seguimos entre risas de recordad
- Fue mi tiempo de experimentar, no estuvo mal- agrega rememorando- pero no me complementaba del todo, ahora con mi esposo si- sonríe juguetona
- ¿Y cómo está tu esposo? Tiene rato que no lo veo- bastante diría bien, mi hermana se ríe y ve de reojo a papá
- Nada más porque papá anda de posesivo y no nos dejó traer a las parejas- reímos y vemos como mamá se ríe, bueno, mi hermana no fue nada discreta al decirlo
ESTÁS LEYENDO
La razón por la que encontré la felicidad
RomanceDespués de haber tenido la perfecta escusa para huir de casa (una investigación de campo), el tiempo marca que su regreso ya tiene que ser y a pesar de eso, ella lo pospone lo más que puede, sin embargo, las cirscuntancias la obligan a volver con un...