Capítulo 02

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-Narrador omnisciente-

El cuervo que sobrevolaba en círculos aterrizó por fin en el hombro del patrón, haciéndole entrega de un trozo de papel perfectamente doblado —permítanme leerles una versión resumida el patrón desdobló el papel —¨les pido que permitan que Tanjiro y su hermana viajen juntos. Gracias a su fortaleza mental, Nezuko no ha perdido la razón humana, aunque estuviera muerta de hambre nunca se ha comido a un humano y eso ha sido así durante más de dos años. A pesar de lo irrisorio de la situación, es la verdad. En caso de que Nezuko ataque a otro humano, yo mismo, así como Kamado Tanjiro, Giyu Tomioka, Sabito Urokodaki nos haremos responsables acudiendo al seppuku¨— las palabras que el patrón citó fueron más que suficiente para conmover el corazón de Tanjiro, sus ojos se inundaron de lágrimas al punto que se desbordaron.

¿Qué importa si eligieron poner sus vidas como garantía?, si desean morir, que lo hagan, pero eso no es suficiente para asegurarnos que no atacará a nadie— se distinguía la frustración en el pilar del viento —¡Shinazugawa tiene razón!, si mata a una persona, será una vida que no podríamos recuperar— apoyó el pilar de la llama —tienen razón— la facilidad con la que aceptó el patrón desconcertó a los presentes —¿entonces?— indagó con curiosidad Shinazugawa —¿qué desea, Oyakata-sama?— Rengoku preguntó, ansiaban saber si lograron que el patrón cambiase de parecer.

Pero, el señor Ubuyashiki miró a sus espaldas, encontrándose a su hija, quien aún seguía cubierta por los haoris de los pilares de la niebla, su sonrisa se agrandó cuando cruzaron miradas. Oyakata-sama asintió de manera suave, por lo que su hija se retiró las prendas extras que llevaba antes de caminar lo que la sombra de la casa le permitió —Nezuko Kamado-sama no lastimara nunca a ningún humano, en cambio, salvará la vida de muchos, entre ellos, la del pilar de la llama, Kyojuro Rengoku-sama, la del pilar del sonido, Tengen Uzui-sama, así como de sus esposas, Makio-sama, Suma-sama y Hinatsuru-sama, la del pilar del amor, Mitsuri Karonji-sama, del cazador, Genya Shinazugawa-sama, por nombrar algunos...— la afirmación de la fémina desconcertó no sólo a quienes nombró, sino a todos los presentes. ¿En qué se basaba ella para asegurar ello?

Yo no confiaba en ella, mucho menos lo haré ahora que se volvió demonio— argumentó sin una pizca de tacto el peliblanco de cicatrices —ni siquiera debería ser parte de la reunión— prosiguió el pelinegro de ojos bicolor —¡Shun-oneesan no merece ser tratada así!— alzó la voz Yuichiro, el gemelo mayor —la opinión de Shinazugawa no debe de tener validez, la ira que le tiene a Shun-chan nubla su razón— Sabito comentó, antes de que el pilar del viento tomara chance de replicar —¡entonces, la opinión de Obanai y Shinobu tampoco debe de tener valía!— cuando Yuichiro volvió hablar, su hermano menor le dio un codazo —Oyakata-sama, Sanemi, Obanai y Shinobu no deben de tener voto en el futuro de Shun-oneesan, elegirán la opción que más la perjudique por su odio— abogó Muichiro.

¡No han hecho otra cosa más que dañarla, aún cuando ella salvó sus vidas!, sus acciones deben ser...— Muichiro jaló a su hermano en un esfuerzo por callarlo —Yuichiro es suficiente— la frialdad con la que la joven habló fue suficiente para calmar al gemelo mayor, ni siquiera existía rastro de la sonrisa serena que le caracterizaba —no podemos ignorar a la persona que permitió que vidas importantes se perdieran, menos ahora que se volvió un demonio. Sólo hay algo que hacer... cumplir con nuestro deber en aniquilar demonios— Kocho en ningún momento apartó la mirada de Shun, quien se limitó a mirar con neutralidad.

Un habilidoso guerrero forjó hace bastantes primaveras una nichirinto que no fui capaz de usar— comenzó a narrar el patrón, llamando la atención de los presentes —mi hija logró que la hoja del arma se oscureciera por completo a temprana edad, sin embargo ésa no fue la única sorpresa. Cuando empuñó el arma fue testigo de un catastrófico futuro, en el cual predecía nuestro fracaso, con ello, la pérdida de todas y cada una de las vidas de quienes conforman los cazadores a manos de nuestro enemigo jurado— la ausencia de su sonrisa era suficiente para asegurar la seriedad del asunto, nadie era capaz de argumentar algo.

Esfuerzo.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora