Capítulo 11

4 2 0
                                    

-Narra la protagonista-

Muchísimas gracias, es usted bastante amable— respondí cuando uno de los empleados de la casa trajo lo que había pedido, con la caja en mano regresé a la habitación donde estaban los chicos —es tiempo de cambiarlos— dije manteniendo un tono neutral —yo puedo hacerlo sin ayuda— comentó Uzui, le miré por encima de mi hombro —usted no va a tocarlos— sentencié —mejor dedíquese a su disfraz— mencioné mientras sacaba las prendas de la caja que anteriormente me habían dado.

Kamado-sama, creo que este color combina con su haori, por lo que creo que le vendrá de maravilla— expliqué mientras dejaba un obi de color azabache en sus manos, —Agatsuma-sama, su color de cabello resalta bastante, por lo que llevar accesorios realzaría su color— expliqué mientras dejaba unos arreglos en sus manos —y por su puesto, para el rey de la montaña, debe de llevar colores que resalten sus ojos, el azul le quedaría excelente, debido a que su cabello es el más largo podría trenzárselo— expliqué —¿qué vas a hacer qué con mi cabello?— cuestionó con duda —oh, claro, una disculpa, Hashibira-sama, pero voy a acicalarlo— expliqué con simpleza —por supuesto, como rey de la montaña, debería estar acostumbrado a estos tratos— dicho esto, esperé que los chicos se cambiaran, quitándose el uniforme de cazadores, quedando en las prendas inferiores que se usan bajo un kimono habitual.

Me encargué de ajustar sus ropas para que lucieran lo más pulcros posibles, entonces me dirigí con Inosuke para cepillar su cabello, para posteriormente trenzar dos extremos para unirlos en su nuca —pronto acabaremos, por favor, tengan paciencia— dicho esto, pasé con Zenitsu, para hacer una media coleta detrás de su cabeza, añadiendo accesorios blancos con forma de flores —le dije que le quedarían perfectos— dicho esto, tanto el rubio como el de cabellos azabaches se acercaron a un gran espejo para observarse, me acerqué a Tanjiro, ¿cómo podría arreglar su cabello si lo tiene tan corto?

Creo que podría arreglarlo con un accesorio parecido al mío, obviamente algo mucho más discreto que los adornos de Zenitsu.

Una vez listos, solo faltaba la parte esencial: el maquillaje. Debido a que Inosuke y Zenitsu estaban distraídos observándose, me centré en primero maquillar a Tanjiro —¿a qué le tienes tanto miedo, Shun-san?— la pregunta de Tanjiro me tomó por sorpresa, dejé el maquillaje que iba a usar a un lado —¡n-no tiene que responder!, eso fue muy irrespetuoso de mi parte y yo...— dejé mi mano en el hombro del Kamado —por alguna razón que, a día de hoy desconozco, observé el futuro; en el tiempo que un colibrí extendía su vuelo, viví al menos 20 años...— mi declaración pasmó al chico —vi como cada persona que quise moría de la manera más atroz al luchar por la esperanza de un mejor futuro, uno donde no hubiese demonios que arrebaten más vidas inocentes...— dejé salir un ligero suspiro —no hay día donde abandone el miedo, pues es este mismo el que me permite recodar el motivo de mi lucha— lo miré a los ojos, regalándole una sonrisa sincera —proteger sus vidas— declaré, provocando que se escaparan un par de lágrimas de sus ojos.

Kamado-sama— mencioné mientras secaba con cuidado sus lágrimas —las emociones es el combustible de la vida, por ello, todas tienen su valor— antes de poder escuchar respuesta alguna —por favor, necesito que cierre los ojos— pedí, el pelirrojo rápidamente acató mis órdenes, me acerqué más a su rostro para tener mejor control de mis herramientas al maquillarlo, definí la forma de su ojo con un delineado de color negro, pasé ligeramente una sombra de color rojo por sus pómulos a forma de rubor, entonces, cambié de pincel para pasar un poco de labial, no tomé mucho para hacerlo discreto, debía asegurarme de que sus pestañas se levantaran, para ello, usaba un truco que mi mamá me enseñó con una cuchara.

Has llegado al final de las partes publicadas.

⏰ Última actualización: Jul 23 ⏰

¡Añade esta historia a tu biblioteca para recibir notificaciones sobre nuevas partes!

Esfuerzo.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora