_ Entonces... ¿Lo conociste finalmente?
Jonathan asintió:
_ ¿Y te dejó una propina exorbitante?
_ Si.
_ ¿Y qué te pareció? ¿Es la bestia que asegurabas hace unos días que era?
El rostro de Jonathan mostraba cierta indecisión:
_ No lo sé. Realmente no es que lo haya conocido. Serví sus bebidas, llevé y recogí sus platos y estuve allí, apenas visible, como se supone que debe ser un buen mesero.
_ Vamos, eso siempre se sabe. Si quieres saber cómo es verdaderamente alguien con dinero, solo presta atención a cómo trata a quienes le sirven.
Jonathan alzó los hombros:
_ Fue amable. O sea, muy correcto y serio.
Devon torció la boca en una media sonrisa al preguntar esta vez:
_ ¿Y es tan guapetón en vida real a como se ve en las fotos?
_ Pues... sí... normal
Devon se detuvo, observando a Jonathan por encima de las gafas:
_ ¿Qué coño significa eso?... Nooorrrmal.
Jonathan puso los ojos en blanco.
No tenían más clases. Calvin se había ido a pasear con su madre y sus dos hermanas, que habían ido a visitarlo, y Vivian tenía trabajo pendiente de varias materias. Randy seguía sin dar señales de querer unirse al grupo. Devon y Jonathan habían salido a dar una vuelta por la ciudad. Momentos como aquel les recordaba lo especial que era la amistad entre ambos. Había cosas que Jonathan se sentía mucho más a gusto compartiéndolas con Devon que con los otros:
_ Pues eso... Normal. Es un tipo guapo, con dinero, punto... ¿Qué más quieres que diga?
En el semblante de Devon floreció una sonrisita pícara. Jonathan se sintió incómodo:
_ ¿Por qué sonríes así?
_ ¿Así cómo?
_ No te hagas. Te conozco. Puedo descifrar muchas cosas con solo ver tu cara.
_ Pues descifra qué estoy pensando ahora, Sabelotodo._ se mofó Devon retomando la marcha y tirando de Jonathan.
Pasaron frente a un pequeño puesto de flores de una anciana y Jonathan se detuvo a comprar una rosa con un tallo larguísimo. Le encantaban las rosas. Le hacían recordar a su madre que igualmente las amaba. Pagó a la mujer y siguieron caminando, mientras se llevaba la flor a la nariz:
_ Ya que nadie me las regala, pues yo mismo me las obsequio._ declaró al ver que Devon lo estaba mirando fijamente.
_ ¿Aún tienes la lista?_ preguntó de repente._ La lista que hiciste a los dieciocho, donde ponías las cosas que te gustaría hacer con tu pareja perfecta.
Jonathan cambió de color:
_ Ah, esa lista. No sé... Creo que la perdí o la boté. Ya no recuerdo.
Devon lo observó por unos segundos y su mirada se iluminó tras los lentes:
_ ¡Ay no puede ser! ¡Todavía la tienes! ¡No puedo creerlo!
Incapaz de negarlo, porque solo empeoraría el carácter de Devon y aumentaría sus burlas, Jonathan resopló, poniendo los ojos en blanco:
_ ¡Bueno sí! ¡Aún la tengo guardada en mi billetera! ¿Tiene algo de malo?
![](https://img.wattpad.com/cover/346918139-288-k798102.jpg)
ESTÁS LEYENDO
EN LOS BRAZOS DE LA BESTIA
RomantikJonathan Doyle soñaba con enamorarse de un hombre que fuera capaz de amarlo también, aunque ya hubiese perdido la ilusión y las esperanzas en el amor luego de que su ex lo abandonara. Por supuesto que David MacMillan, el multimillonario más joven de...