Los Juegos de Johanna Mason

Charlas en el tren y llegada al Capitolio

Nova nos guió hasta el tren que nos llevaría a la capital de Panem; en él, había habitaciones más grandes que cualquier casa de la veta, varios sofás aterciopelados; y más comida de la que había tomado en toda mi vida. Además, también estaba nuestro mentor: Tash. Este, era un hombre corpulento, alto, y moreno.

-Bienvenidos a Los Juegos— dijo Tash, mirándonos de reojo a los dos. Bake era alto y flacucho, solo tenía un año más que yo, y si a los dos no nos hubiese tocado ir juntos a Los Juegos, nunca nos hubiéramos conocido — bien, estoy aquí para que duréis el mayor tiempo posible en los juegos. Haré todo lo que pueda para que uno de los dos salga con vida de la Arena. ¿Os presentáis?

-Yo soy Bake, tengo dieciséis años.

-Me llamo Johanna, Mason.

-¡Perfecto! ¿Sabéis controlar algún arma?— exclamó Nova, entusiasmada.

-Alguna vez he cogido un cuchillo, pero no tengo mucha experiencia— respondió Bake.

-Sé utilizar el hacha, o al menos moverla— añadí yo.

-Bien, podemos trabajar con eso— supuso nuestro mentor.

Un avox nos mostró cuál era nuestra habitación y nos quedamos allí hasta la mañana siguiente; cuando nos avisaron de que quedaban menos de cien km para llegar. Al asomarme por la ventana; ví como iba cambiando el entorno, hasta convertirse en una ciudad de cemento, piedra, y algo de agua.