Los profesionales

151 8 2
                                    

Estaba muy cansada después de la noche en vela, pero aún así no pude dormirme. Decidí seguir explorando la arena, así que, eso hice. La verdad es que hacía mucho frío, y tenía las manos congeladas.

Recorrí unos cuantos kilómetros, hasta que vi algo que me sorprendió: había un montón de armas sin nadie que las protegiese, sumida por la avaricia decidí acercarme un poco más. Seguramente serían de los tributos del dos, o del uno. Me quedé escondida un rato para ver de quién eran las armas.

Pasó un largo rato hasta que alguien pasó por allí, era el tributo del doce, en ese momento solo me sorprendí, ¿cómo podía tener tantas posesiones? Sólo era un simple niño de trece años, y ni siquiera era de los profesionales. Y de pronto, todo me cuadró; flechas, cuchillos, y hasta hachas fueron lanzadas a la cabeza del pequeño tributo. Tres chicos, y dos chicas, salieron de sus escondrijos, riéndose del desgraciado niño.

-¿Le habéis visto? Se pensaba de verdad que alguien iba a ser tan tonto de dejar todas sus armas, ahí tiradas.— después de este comentario, todos los presentes se rieron. Los profesionales, tan despiadados como todos los años.

-Parecía un pato mareado; me sorprende que haya pasado del baño de sangre de la Cornucopia— de nuevo, se rieron a carcajadas.

Los pude identificar, o al menos a casi todos, los que hablaron fueron la chica del dos (Dadjay), y el tributo masculino del uno (Youguo). El resto los había visto, claramente eran profesionales, pero no supe quiénes eran exactamente. Al cabo de unos minutos, recogieron su campamento, y se fueron a otro lugar. Me alegré de no haber ido a por las armas.

Cuando consideré que había pasado el tiempo suficiente, seguí caminando, con cuchillos en mano. Me encontré con un tributo, y ninguna de nosotras, hizo nada; simplemente ambas huimos. Empezó a oscurecer, así que decidí buscar un lugar en el que pasar la noche.

Al encontrar un arbusto habitable, abrí la mochila, y cogí un poco de comida, y agua. Estuve un rato ahí, hasta que ví que iban a poner el homenaje a los tributos vencidos. Solo se habían dado dos muertes, la del chico del doce, y la del tributo masculino del tres. Se apagó, y oí un ruido, que estaba muy cerca de mí. Era un tributo, y también iba a pasar la noche ahí.

______________________________________

El capítulo de hoy ha sido un poco corto, pero no sabía como completarlo más. Acepto cualquier sugerencia.

Gracias😏.

Los Juegos de Johanna MasonDonde viven las historias. Descúbrelo ahora