La Cosecha

438 22 6
                                    

La cama estaba fría, a pesar de haber estado en ella toda la noche. Hoy era el día de la cosecha. El día más temido en los distritos, o al menos en la mayoría de ellos. En mi distrito no era distinto; la cosecha significaba despedirse de alguien conocido, que podría ser querido, y eso, no es algo que guste mucho.

Cogí mis botas, y mi vieja cazadora de cuero, y me fui al bosque, lo solía hacer, me tranquilizaba y por un momento me aislaba de la realidad. Mientras sentía como el aire puro del bosque se calaba por mis poros, pensé en qué haría si mi nombre era elegido en la urna. Sin tener nada claro, volví a casa.

Atravesé las calles de mi distrito, viendo como las personas del mismo hoy estaban más emotivas que nunca. El miedo que producían los Juegos eran algo inexplicable. Ojalá no existieran.

Al llegar a mi casa un vestido granate estaba encima de la cama, y la bañera me esperaba. Tras lavarme y secarme, me vestí. A pesar de hacerme parecer una niña pequeña, el vestido no era del todo horrible.

En el salón estaban mis padres, mi padre, nunca se ha llevado muy bien, pero siempre me ha querido con locura. Mi madre, era más sensible y se pasaba la mayor parte del tiempo escondiéndose en sus miedo.

-Te quiero— dijo mi madre. Mi padre se levantó, se despidió con un fuerte abrazo, y susurrando la palabra «suerte». Mi madre hizo lo mismo, y después de esto me fui.

El distrito estaba lleno de agentes de La Paz, y de propaganda del Capitolio y de los Juegos.

La plaza, como en todos los Juegos, estaba dispuesto de forma que parezca un escenario. En él, estaban los antiguos vencedores, y de pronto, apareció Nova, tan radiante que parecía que iba a presentar los concursantes de algo en lo que no morían veintitrés niños.

-¡Qué emoción! ¿Quiénes serán los representantes del distrito siete para los septuagésimo primeros juegos del hambre?— Debió de esperarse una respuesta eufórica por nuestra parte, pues parece que se quedó con ganas de escuchar algún grito capitolence.— Bueno, procederemos a ver el vídeo hehe.— el vídeo trataba sobre la rebelión de los días oscuros, y otras estupideces que nos obligaban a aprender en el colegio.— Como siempre, empezaremos con las mujeres.— rebuscó entre muchos papeles, hasta que se decidió por uno.— Bien, la afortunada representante del distrito siete es: Johanna Mason.— «Enclenque», fue la única palabra que se vino a la cabeza. Y de esta forma, decidí llorar embarracada. ¿Por qué? Ni yo misma lo sé.

Los Juegos de Johanna MasonDonde viven las historias. Descúbrelo ahora