Era de tarde otra vez. Había entrado al tren (precisamente en el último vagón a la izquierda).
Cuando abordé el tren me encontraba "zambullida" en ese mar de gente.
Por dentro no paraba de cuestionarme lo que hacía. ¿En realidad soy alguien tan manipulable que le hice caso a una desconocida que me manoseó ayer? Pues tremenda decepción que soy para mis padres....
Fui interrumpida de mis pensamientos al volver a oler cierto perfume.
- Así que me hiciste caso... —me susurró ella-. Se ve que te gustó lo de ayer
Me quedé callada (no tenía ni idea de qué responderle en una ocasión como esta).
- Si tus padres supieran esto se sentirían bastante decepcionados... —volvió a susurrarme con ese tono tan provocador—. Decepcionados de que su hija pase tiempo con una extraña
Su mano se encontraba en la parte frontal de mi falda, como si fuese a traspasar la misma y llegar hacia "lo más íntimo" de mí.
No obstante, no ocurrió nada meramente sexual más allá de eso. De hecho, en la mayor parte del viaje la mujer se la pasó hablándome con tal de entablar confianza conmigo o algo parecido.
Como sea, cuando llegó su estación noté que estaba bastante cerca de la estación donde yo me quedaba.
La desconocida volvió a acercarse a mi oído.
- Sígueme, cariño
En ese instante volteé bruscamente mi mirada hacia donde provenía su voz y la vi.... La vi y quedé asombrada.
Se trataba de una tía joven (obviamente adulta), con el pelo teñido de verde, una buena cintura y unos preciosos ojos que parecían ser un reflejo de sus propias intenciones.
Me sentí impresionada (y algo halagada) de que una mujer así hubiera fijado su atención en mí.
Cuando la puerta de nuestro vagón se abrió y comenzaron a salir varios pasajeros, sentí cómo ella me jalaba de la mano (estaba en frente de mí antes de que me diera cuenta) y volvía a verme, pero con una sonrisa que llegaba a ser cautivadora.
Por algún motivo la seguí.
Tras haber llegado a su casa, la mujer seguía comportándose de manera despreocupada. Abrió la puerta y me dejó pasar.
- Como verás vivo sola —empezaba ella—. Algo ventajoso en mi situación actual que te involucra a ti
Procedió a quitarse su saco, dejándolo tirado en una silla.
- Dime, ¿qué me cuentas de ti? Nunca te escuché hablar.... ¿Cuál es tu nombre?
- Elena
-¿Elena? Qué bello. Le queda a una chica como tú
Caminó hacia su sofá. Yo la seguí.
- Mi nombre es Maggie —decía ella tras tirarse en el mueble—. Y si te preguntas porqué estoy interesada en andar de acosadora con una menor de edad como tú, pues... básicamente es porque estoy loca. Simplemente por esa irracional razón
- Ya veo...
Maggie se me quedó viendo.
- Tal parece que eres algo tímida.... ¿Todo bien en casa? ¿No te pegan o alguna mierda así?
- No, para nada
- ¿Y en el insti no hay algún tío o tía que te rompa los ovarios?
- No siempre...
- Entonces ¿por qué eres tímida?
- No lo sé. Siempre he sido así...
- Entonces eres así porque sí.... ¡Qué cute!
ESTÁS LEYENDO
Me Enamoré de una Pervertida
Storie d'amoreUna adolescente introvertida conoce a una mujer que la llevará a un mundo de placer cargado con una lujuria inimaginable.