XIII

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LIGHT

Cómo he podido ser tan tonto de dejarme llevar por mis pensamientos. ¿Cómo es posible que esté llorando delante de él? ¿Qué hago?

Eso sí, hay algo en él que me transmite confianza, como si pudiera ser yo mismo y expresarme sin miedo alguno.

Ha empezado a hablar, pero sigo con mi mirada perdida, cabeza gacha, ojos llorosos y hoja inundada.

-Troya. -Finaliza.

Giro mi cabeza lentamente para encontrarme con la suya y descubro un rostro deslumbrante, con ojos brillosos llenos de luz, de esperanza, con las mejores de las intenciones para ayudar, sacar una sonrisa.

-Troya -respondo–, también una de mis favoritas.

Veo como se ilumina su rostro al escuchar mi vos, ahora calmada, serena. Las lágrimas han experimentado la sequía y ya no mojan, ahora pegan.

Lennon se acerca un poquito a mí y, sin decir nada, me abraza.

***

Es un abrazo largo que no rompe, donde envuelto en él puedo oler su esencia de rosas, flores florecidas, de campo de primavera. Me capturan sus largos y musculosos brazos, con los que me siento protegido, me siento seguro, justo dentro de Troya.

Ha abierto sus puertas y me ha dejado entrar. Ha bajado la vigilancia de sus murallas. Sus arqueros descansan, los guardias reposan en sus aposentos, el puente ha descendido y las antorchas iluminan el camino de entrada.

Me siento aprendiz, ahora, en mi coronación; importante, querido, acogido.

Decido romper el abrazo, aunque me hubiera quedado así toda la vida.

Entonces procedo.

LunaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora