A la orilla

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Nicolás

—Hoy, quiero ponerme ebrio— le dije a Esteban, acomodándome la corbata y fajándome la camisa.

Esteban que estaba en el baño, con el cepillo dental en la boca, con la puerta abierta, me grito —necesito uma dillssysjsok— al no entender ni una palabra de lo que había dicho, me quede parpadeando sin entender.

—¿Que? Perdona pero no te entendí nada— le respondí.

Pude escuchar a Esteban escupir y el al agua de la llave del lavamanos salir, que después de unos segundos me contestó (ahora si más claro)
—Claro que si, quiero tomar y amanecer con una resaca horrible— salió del baño— pero creo que valdrá la pena, despertar junto a ti. Muero por verte en una resaca, listo para vomitar.

Trague saliva, y me acerque un poco a él — De tan solo recordar la primera vez que desperté con resaca, me dan náuseas. Fue horrible.

—Cuéntamela... o no espera abajo para cuando no pueda más con mi vida y esté listo para escuchar anécdotas viejas.

—Está bien— dije— y creo que tu también tienes cosas que contarme.

—Nada de cosas absurdas como... ¿cuando tuviste un pene por primera vez en tu boca?— puse mi cara mostrando mi confusión— o ¿con quien fue tu primer beso? O alguna cosa aún más rara como... —!Ya, listo, entendí¡— pero me entró una duda muy grande— pero si dime, ¿cuando tuviste un pene por primera vez en tu boca?— le pregunte.

El demasiado seguro contestó— Fue el tuyo, de hecho tu fuiste mi primer novio... no mi primer beso pero si con el que sentí más cosas.

Me sonroje y creo que el lo noto bastante. Se puso de puntillas para tomarme el pelo y despeinarme. Lo tome de la si tira y creo que me deje llevar, el enredo sus piernas en mi cintura y me besó. Estaba listo para dejarme llevar por el momento pero llevarlo a la cama y desnudarme y... hacer cosas mas "adultas" pero una llamada de la puerta me saco de mis momentos románticos son Esteban.

Me separé de Esteban y este bajo. Camine hacia la puerta, al abrirla vi que se trataban de mi padre, abrí los ojos de repente. Mi padre estaba con una pequeña sonrisa en su rostro.

—¿Hola? ¿Pasa algo?— pregunto.

—No, nada— dice mi padre —Solo hemos venido a ver si ya están listos, así que ¿ya están listos?— dice.

—Casi, aun nos faltan algunas cositas. Bajamos enseguida— digo.

—Está bien— dice— nos vemos más tarde— Cierro la puerta después de que se haya ido.

—Amor— grito —¿Estas listo?

Se hace un silencio durante unos segundos, no escuche nada, voy hacia el baño a buscar a Esteban, no estaba, cierro la puerta y voy hacia la habitación, Esteban estaba sentado en la orilla de la cama, con su teléfono pegado a su oído,

—Amor, ¿Estas listo?— le susurró. El aviente con la cabeza. Pude notar que no se veía feliz, en realidad se le notaba triste. Me quede impacientemente sentado en un sillón, mordiéndome las uñas, pensando lo peor para mi amor.

Después de cinco minutos, Esteban salió del cuarto, para después correr hacia el baño, encerrarse en él y no decirme nada.

Corrí a tocar la puerta— Amor, ¿pasa algo?— le grité.

No tuve una respuesta, pase saliva y le volví a gritar— ¿Estas bien?... ¿amor?— en ese momento fue donde me comencé a preocupar. Era obvio que no era nada bueno.

Después de unas cuantas veces tocar la puerta, y grita lo mismo, Esteban contestó— Esta todo muy bien amor, gracias por preocuparte, pero esta todo bien... si quieres ahorita te alcanzo— era bastante obvio que no estaba bien, y que pasaba algo. Ya que su voz se escuchaba quebrada.

—No, tómate tu tiempo, te espero, quiero bajar contigo, y también que mi familia me vea a mi novio— suspire y camine hacia la puerta del baño.

Esteban comenzó a llorar, y entre lágrimas me contestó— Gracias amor, no se que haría sin ti.

—No me agradezcas, amor.

Esteban

Sabía que Nicolas era demasiado comprensible conmigo, pero estábamos en la boda de su prima, apunto de bajar hacia la fiesta, ¿como podría contarle que mi padre acababa de ir a urgencias al hospital?

Salgo del baño unos minutos después, me intento limpiar las lágrimas antes de abrir la puerta completamente, doy un suspiro y lo hago.

Al abrirla, veo que esta de pie, frente a la puerta, lo veo con cara de que, está listo para que le cuente lo que sucede, y el me entenderá. O al menos es lo que su rostro de mio a entender.

Al verme parpadea y pregunta — ¿Que sucede?

Descuida, yo te cuidoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora