Nicolas Johnson a vista de todos es el chico hetero que juega fútbol, es popular y tiene una vida que todos quisieran, pero el está profundamente enamorado de Esteban Brown, un chico al que sus amigos desde hace tiempo le hacen bullying por ser gay...
Después de una súper charla que más me hace dudar sobre que Esteban no se preocupa mucho en el mismo.
—¿Quieres quedarte?— pregunté.
—No lo se, tú decide.— No lo veía tan convencido, Teo vez no quería quedarse, o tal vez si.— Sí tú quieres quedarte, pues está bien.
—No Pienses por ahora en lo que yo quiero, si tú quieres quedarte, yo también.
—Es que no se si quiero que manejemos en la nada en medio de la noche.— Dijo, y tenía razón, solo había kilómetros y kilometros de nada, solo siembra de maíz y algunas frutas.
Pensé, hasta que la vela de mi mente se encendió.— ¿Quieres quedarte?— Esteban asintió con la cabeza— Podemos quedarnos un tiempo a la fiesta, e irnos por la mañana. Pero solo si tú quieres.
—Sí, está bien.— dijo.
Esteban.
Al contestarle a Nicolas que si quería quedarme a la fiesta, en me abrazó y me beso dándome cosquillas con los 3 pelos que tiene en la barbilla y que le llama "Barba de macho que ama a su novio" a él le encanta eso, aun que no le salga más que eso, pero a mi me pica y no me encanta verlo así, pero le gustaba a él, así que no importaba.
En realidad no estaba tan convencido de la fiesta, no quería aceptarlo pero Nicolas tomaría alcohol y estaría en una cruda para conducir, pero solo quería hacerlo para que él estuviera más tiempo con sus padres, ya que durante los últimos meses no se han encontrado. Y lo veía tan feliz que no quise que volviera a la realidad, donde él no está con ellos.
El tiene la oportunidad de hablarles con total normalidad, y eso es algo que yo le envidio, sus padres no lo buscan para mentirle y hacerlo sentir mal, como a mi. O llamarle para mentirle diciendo que su padre ha muerto, solo para sacar dinero.
Me pone feliz ver a Nicolas con su familia, una familia que lo ama, que lo apoya en todo y que incluso aceptan que yo vaya con él y viva en su casa.
Y verlo tan emocionado yendo a contarle a su madre que si nos quedaríamos, me hace obligarme a querer.
Para en la tarde, estuve ayudando a la familia de Nicolas a ordenar el lugar en donde sería la fiesta, mientras que él estaba con su padre haciendo no se que cosas. Pero la madre y abuela de Nicolas son muy divertidas, contándome las cosas que hacia Nicolas de bebé.
—Un día, cuando Nicolas tenía 5 años, se hizo del baño en una piscina, haciendo que todos los niños salieran por el olor— dijo la abuela, y yo no podía parar de reír.—Y cuando cumplió 10 se quizo hacer el valiente entrando al cine a ver una película de terror, pero se traumo con la endemoniada que salía caminando por las paredes.
Ahora eso explicaba porque Nicolas es tan miedoso cuando le pido que veamos una película de terror, siempre prefiriendo una de acción.
—¿Nicolas aún no sabe que quiere estudiar?— me pregunta su madre, que desde que Nicolas les dijo que se tomaría un año sabático, es una duda que Nicolas ha tenido y siempre evade.
—La semana pasada me dijo que intentaría estudiar medicina.— dije nervioso.
Llegaron unos tíos de Nicolas, y yo me baje de la escalera en la que estaba colgando luces, y me fui lentamente de ahí.
Entre en el baño y saliendo, por una de las ventanas vi que estaba Nicolas, no estaba haciendo nada, pero se veía tan bien con ese sombrero y esos tres pelos en la barbilla que no se le notaban, que baje con el.
Me vio, me sonroje por lo bien que se veía, corrió hacia mi, no podía creer que ese hombre tan sexi fuera mi novio.
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Me tomó por la cintura y me beso— Tú eres mi persona favorita en este mundo mi bebé— me dijo, y me sonroje más.
Pero no podía evitar el olor que salía de su boca, olor a alcohol— ¿Estas bebiendo alcohol?— le pregunté serio.
El se puso nervioso— Eh... no... solo he bebido un trago.
—No quiero que bebas por favor, tu sabes que yo no manejo muy bien.
— No beberé más, lo juro— me beso otra vez.— ¿Además no te gusta como me veo?— noto lo sonrojado que me puse— ¿Te parezco sexi?— no dije nada, solo me sonroje aun más, me tape el rostro para que él no lo notara, pero no fue así, me tomó por la cintura una vez más, me quito las manos del rostro, y me susurro al oído— ¿Vamos a la habitación?— pregunto.
Yo solo me fui sin decir nada, no me desagradó la idea, de hecho me encanto, pero mi cara más roja que un tomate, me hizo no querer avergonzarme más.
