Narra Freen.
Entré sigilosamente para encontrar a Darlene plantada delante de la televisión, felizmente mirando sus caricaturas. Me dirigí de nuevo a la cocina para preparar su merienda. Mientras untaba mantequilla de maní en el pan, sacudí la cabeza con incredulidad ante el hecho de que Becky en realidad se presentó. Y dudé firmemente que fuera para regañarme, como ella había dado a entender.
Pude leer la curiosidad en su rostro tan claro como el día. También podía decir que era demasiado formal y correcta como para dejarse llevar por sus deseos espontáneos. Conozco a las de su clase - pendientes de diamantes, un reloj caro, y las expectativas demasiado altas. Las chicas como ella no elegían a alguien como yo. No, querían a un sinvergüenza llamado Capell que fuera educado y se sentara detrás de un escritorio todo el día, haciendo quién sabe qué jodida cosa, pero consiguiendo un bonito y gordo cheque cada semana.
Tenía el rostro de un ángel. No había podido resistirme a rozar mis dedos sobre su piel para ver si se sentía tan suave como parecía. Y cuando sus ojos se cerraron ante mis caricias, mi polla se sacudió en mis Jeans.
***
-Engfa está aquí. Vas a amarla -Me aseguró Nuttapong. Una chica alta y delgada entró en la habitación. Fue construida para el pecado, e iba vestida con un liguero negro, medias, sostén de encaje negro y tacones altísimos. Pelo rojo largo en cascada sobre sus hombros y su espalda.
-¿Tulip? -preguntó mientras se acercaba.
-Un placer conocerte. -Ofrecí la mano. No podía creerme que estuviera realmente llevando esto a cabo. Pero tenía que hacerlo -por mi propio orgullo obstinado, y por no mencionar el dinero. Miró con ironía la mano que ofrecí y se acercó, acortando cualquier distancia entre nosotros y palmeándome el pecho desnudo.
-Oh, eres jodidamente hermosa, cariño. Esto será divertido.- Me reí entre dientes mientras una oleada de timidez me atravesó. Ni siquiera sabía el nombre real de esta chica -suponiendo que no fuese Engfa- y estaba a punto de follármela.
Pero pensé que no era muy diferente de las pocas veces que había llevado chicas a casa desde el bar sin ni siquiera saber sus apellidos. Tal vez se sentía diferente porque estaba sobria y porque había una habitación llena de gente mirándonos.
-Nuttapong me dijo que es tu primera vez con las películas. No te molestes en esforzarte demasiado. Simplemente diviértete. Y no me voy a venir con toda esta gente mirándome, así que no te preocupes por eso. Seguirá sintiéndose bien para mí, así que haz lo tuyo, ¿de acuerdo?- Asentí.
-Lo tengo. -Ya me gustaba. Por lo que veía, sería fácil trabajar con ella.
La empresa de producción de Nuttapong se enorgullecía de explorar el lado más íntimo del sexo, en lugar del típico porno explícito. En este escenario, éramos amantes que habían estado separadas por mucho tiempo. Llegaba a casa de un viaje de negocios para encontrarla esperándome en ropa interior. Yo estaba vestida con un traje negro. Comenzamos en la puerta principal, donde el equipo de la película capturó algunas escenas iniciales de nosotras besándonos. Filmada esa breve escena, nos trasladamos a la habitación, llena de luces y equipos de sonido. Las cámaras nos rodeaban, todas apuntando directamente hacia la cama. Nuttapong se ocupó de que el equipo se asegurara de que todo estaba puesto de la forma en que él quería y luego volvió a pararse frente a mí y Engfa.
- Estamos listos para empezar a rodar, así que prepárense y empezaremos cuando estén listas. Sólo estamos aquí para capturar cómo tienen sexo. Así que, que sea natural -dijo. Oí el chasquido indicador de la grabación de la cámara y me moví hacia Engfa, luego vacilé y bajé la mirada hacia mis pantalones y a la ausencia de cualquier bulto.
No otra vez. Mejor que el hijo de puta cooperase en esta ocasión. Al darse cuenta de mi ceño, Engfa siguió mi mirada. Sin decir palabra, se agachó y empezó a frotarme sobre el material de mis pantalones.
-Shhss. No hay necesidad de estar nerviosa -dijo en voz baja-. Sólo relájate. Este es mi trabajo. -Se inclinó para besarme y me sentí relajar. Y aún mejor, sentí que mi polla volvía a la vida. La besé de vuelta, añadiendo un poco de lengua hasta que nos entusiasmamos haciéndolo y la línea entre el trabajo y el placer fue definitivamente cruzada.
La moví hacia la cama, desenganchando el sujetador y bajando sus bragas mientras nos besábamos. Y unos momentos después, me hundía en su interior, todo el previo juego estándar en el que normalmente me destacaba, innecesario. Engfa me montó como la maldita profesional que era, sacudiendo su cabello hacia atrás y agarrando mis muslos mientras se levantaba hacia arriba y abajo sobre mi polla. Mantuve mis ojos fijos en ella, teniendo que permanecer en la escena y no mirar al equipo con la vista clavada en nuestro desempeño. La rareza de toda la situación garantizaba que no estallaría antes de tiempo, algo de lo que había estado un poco preocupada.
Mi mente se dirigió inconscientemente a Becky y al aspecto que tenía en ese pequeño vestido. Su dulce inocencia encajaba junto con esa boca enérgica que me encendía y confundía. Pero sabía que, si canalizaba mi deseo por Becky en esta actuación, lo perdería.
Abrí los ojos y volví a centrarme en la chica frente a mí. Engfa gimió y jadeó agudos chillidos que sonaban increíblemente falsos. Yo era típicamente tranquila durante el sexo, prefiriendo escuchar los sonidos de placer de la chica con la que estaba, pero los falsos y excesivos gemidos irritaban mis nervios.
Sus gritos se hicieron más y más fuertes y supe que estaba fingiendo el orgasmo. Cuando se convirtieron en jadeos suaves, su clímax falso completado, todo ello sin el placer de sentir su coño a mí alrededor, me retiré y la hice rodar sobre su estómago para que pudiera follarla por detrás y acabar con esto en relativa paz.
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Pornstar | Freenbecky (G!P)
FanfictionFreen termina en la sala de emergencia con una enorme erección, gracias a la pequeña píldora que le dio el director, no puede sacarse de la cabeza a la linda enfermera que la atendió. La historia Pornstar es un Fanfiction, es un tipo de historia fic...