Capítulo 5: Leve cercanía

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— ¿Qué haces aquí? — Preguntó dudosa mientras lo observaba.

— Ah, pues fui invitado aquí — Nuevamente alegre le respondió — ¿Y tú?

— Eh.. yo también — Dijo rápidamente mientras sonreía al rubio.

— No tenía idea de que asistieras a... Este tipo de fiestas — Sonrió risueño mientras bebía un poco de la copa que llevaba — ¿Tienes acompañante? Si quieres... Yo.

Cuando la menor estuvo a punto de responder sintió una gran mano tocarle la cintura.

— Me temo que ella ya tiene un acompañante — Habló serio dirigiéndole una mirada neutra al rubio.

— Ah... — Cambiando su semblante alegre por uno desilucionado dijo — ¡Es un gusto conocerlo! Kyojuro Rengoku — Saludó dándole la mano en forma de saludo.

— Un gusto, Giyū Tomioka — Aceptó la mano del rubio y ambos se saludaron.

Y luego de una breve charla el azabache decidió hacer la pregunta que se le había quedado como un nudo en la garganta luego de verla con un semblante tan alegre y vivaz mientras hablaba con ese tipo.

— ¿Ustedes se conocen? — Listo, por fin luego de mucho había soltado aquella pregunta que necesitaba una respuesta rápida y conscisa.

Kyojuro solo sonrió y miró a la muchacha que estaba justo en medio de ambos y respondió con palabras breves.

— Bueno, se podría decir que.. ambos tenemos una pequeña historia — Respondió con ligereza en el hablar mientras soltaba una pícara sonrisa.

La joven que yacía en medio de ambos solo los veía con confusión, no comprendía del todo bien la situación y mucho menos comprendía la intención de Kyojuro al decir esas palabras.

En dado momento, luego de una agradable charla para Shinobu, el rubio tuvo que marcharse debido a asuntos importantes. Luego de que este se marchara Shinobu sintió rareza en el ambiente, está vez se volvía a sentir sola y triste.

Giyū al notarlo solo se limitó a hacerle una invitación — ¿Quieres algún postre? — Preguntó curioso tratando de hacer que ella se relajara un poco.

— ... Está bien — Al decir ello ambos siguieron el camino hasta la mesa que estaba en medio del lugar, misma que contenia sobre ella una gran variedad de postres de todo tipo.

Al llegar a esta misma Shinobu tomó algunos postres para probarlos — ¿Quieres uno? — Le dijo al momento de ofrecerle un postre de chocolate, mismo que este estaba a punto de aceptar, sin embargo en el último momento se negó y notó que su semblante decayó.

— Ven conmigo — Le dijo un momento antes de tomarla por la muñeca y guiarla en medio de la gente.

Esta lo siguió y llegaron a estar frente a frente con un anciano de cabellos plateados que tenía facciones suaves y aparentemente gentiles en el rostro.

— ...Abuelo — Saludó el azabache mientras aumentaba la fuerza en el agarre de la mano de su acompañante.

— Giyū — Dijo el mayor devolviendo el saludo, mientras al momento de decir aquello su mirada se posó en la joven de buen parecer que acompañaba a su querido heredero — ¿Y ella es?...

— Es mi acompañante, abuelo.

— Vaya, es una verdadera joya — Mencionó mientras observaba cada detalle de la muchacha — ¿Es tu novia? — Alejándose levemente de la joven le preguntó de vuelta al azabache quien dudó un poco al responder.

— Así es — Convencido le dijo en tono serio.

— Está bien, pero esto no debería durar mucho y lo sabes, ¿No? — Luego de un momento de haberlo observado con atención le dijo tajantemente aquello.

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