No fue tan sencillo hacer que el simbionte te soltara como su expediente lo había revelado, pero por más diferentes que fueran, los simbiontes eran temerosos ante los sonidos fuertes, la electricidad y el fuego. No fue necesario más que una pequeña flama para que se desprendiera de tu piel y volviera a su celda, dejandote una vez más con tus poderes mermados; después de haberte sentido tan fuerte, volver a ese estado te hizo sentir de una manera extraña, pero sabías que no podias llevártelo a casa y que él reemplazara tu traje y llenara los espacios en tu ADN que la tecnología del Camaleón habia dedo. Preferías no imaginar un escenario en el que te estuvieras columpiando entre los edificios más altos de la ciudad y de repente tu traje comenzara a pixelearse y te hiciera caer. Dado que tú tenías tu propia versión de la ciudad de los rascacielos, era un poco aterrador imaginarlo.
Fueron unos días pacíficos en la Sociedad Arácnida, hasta que Lyla te informó que Miguel tenía por fin lista la fórmula que reconstruiría tu ADN a la forma más pura que pudiera y que con la máquina te enviaría a casa por fin. Después de esa pelea, retiraste tu petición de que omitiera la parte del ADN de Spider-Persona para regresarte tus poderes a su máximo esplendor; por fin habías comprendido que la aparición de esos villanos que habías estudiado era algo que seguro no ibas a poder evitar, estaba de más decir que la policía no sabría ni cómo tratar con ellos ya que hasta donde sabíamos, no había más gente con super poderes en tu universo. Puede que no te gustara la idea de seguir preocupando a tu familia, pero si era necesario para mantenerlos a ellos y al resto de personas que querías a salvo, era algo que tomarías; aceptarías tu sitio en el Spider-Verso.
Miguel era un genio en su rama, pero la máquina que tuviste enfrente te atemorizó un poco, así que fue inevitable que preguntaras de donde diablos había sacado esa monstruosidad.
—Un pequeño prestamo de mis viejos amigos de Alchemex— mencionó —Convertirá la fórmula en vapor y llegará a cada parte de tu cuerpo como lo hace el oxígeno cuando respiras
—¿Y no podías inyectarme por qué....— dijiste, haciendo un ademán con la mano queriendo que él terminara la frase
—Método ineficiente para tratamientos como este— te dijo arrojando una bata de hospital para que cayera en tus manos — Detrás de la máquina nadie te va a ver. Ponte esto, no te quites el reloj y entra ahí
—¿Y la bata por qué?
—Necesitamos que toque la mayor cantidad de piel posible para que encuentre conducto por tus poros. ¿O acaso quieres desnudarte? Considerando que el cristal de la máquina no está polarizado— dijo en un tono sarcástico acercándose a la consola de controles
La idea te pasó por la mente al ver la bata, pero finalmente tu pudor fue más fuerte que tú y preferiste cambiarte detrás de la máquina.
Realmente no sabías que hacer cuando estuviste dentro la maquina, ¿Solo debías de quedarte ahí hasta que Miguel te lo indicara? ¿Quedarte ahí y respirar solamente? Si ese era el caso, al menos era algo en lo que sabías que no podías fallar ni equivocarte.
—Escúchame con cuidado: Puede que sientas algo parecido a lo que sentiste aquel primer día después de que la araña te mordío, no tengas miedo, será tu cuerpo re adaptándose a los poderes que pudieras haber perdido con la tecnología del Camaleón— te dijo y lo escuchaste como si estuviera frente a ti a pesar de que estaba al otro lado del cristal
—¿Esto me va a doler?
—¿Quieres que te diga la realidad o lo que quieres oír?
—¿Ambos?— hay que aceptar que eso salio de tus labios con una leve temblorina
—Bien. Lo que quieres oír seguro es que no te va a doler y que ese vapor va a tener olor a fresas. La realidad es que jamás habíamos tenido un caso como el tuyo y los modelos de simulación arrojaron los efectos que tendrias, pero no podían medir tu umbral del dolor, así que no estoy seguro de nada. Si te duele eres libre de gritar, pero casi te puedo asegurar, que no va a oler a fresas
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"¡Tú me salvaste!" | Miguel O'Hara Fanfic
FanficLos ultimos 8 meses desde que te mordio esa araña radioactiva habian sido tranquilos; apenas deteniendo fechorias menores. Pero ese día te diste cuenta de que Otto Octavius se convertiría en tu primera gran amenaza. Pero con ello te llegarían una se...